El Papa Francisco, a la conquista de las Américas / Francesco Peloso*
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VISITAS
Traducción: Eduardo Lliteras Sentíes .-La barca de Pedro bajo la guía del Papa Francisco parece dejar a sus espaldas la Vieja Europa y partir a la conquista de las Américas, en su segundo año de pontificado.
Desde éste
punto de vista, el golpe decisivo de Bergoglio ha sido impulsar y hospedar, en
parte, las negociaciones entre la Casa Blanca y La Habana para poner fin al
embargo estadounidense hacia Cuba y para el restablecimiento de las relaciones
diplomáticas entre ambos países.
El
agradecimiento por doble vía del presidente Barack Obama y del líder cubano,
Raúl Castro (quien llegará hoy domingo al Vaticano para reunirse en privado
con el Papa) representa probablemente el más importante éxito internacional de
la Santa Sede en los últimos años.
Pero hay más,
porque Cuba, prescindiendo del juicio sobre el régimen que ha marcado su vida
en los últimos 55 años, representa un símbolo de independencia –para Gobiernos
de orientación política distinta en América Latina- hacia el estorboso vecino
norteamericano. En éste sentido, el Papa argentino no ha escondido desde su
elección su pertenencia a la “Patria Grande”, es decir, a esa América Latina
que no quería ser el “patio trasero” de la Casa Blanca.
En éste
contexto será recibido Raúl Castro por Bergoglio en el Vaticano, hoy domingo 10
de mayo. Un encuentro fuera de programa y que no podía preverse. Al contrario,
es una sorpresa más entras las muchas de éste pontificado.
A fines de
abril el cardenal Beniamino Stella, prefecto de la Congregación vaticana para
el clero, uno de los más cercanos colaboradores de Bergoglio y ex nuncio
apostólico en Colombia y Cuba, realizó una visita de varios días a la isla
donde pudo dialogar largamente con Raúl Castro.
Asimismo,
uno de los protagonistas de la estación del deshielo cubano, el cardenal de La
Habana, Jaime Ortega, actor fundamental de la paulatina apertura de la isla
hacia el mundo, capaz de mediar entre los grupos de oposición y el régimen,
también es una personalidad muy cercana a Bergoglio.
Del otro
lado del Atlántico, además, la Casa Blanca ha entendido que el nuevo Papa
americano podía ser un interlocutor para la administración Obama, inclusive un
aliado precioso en temas delicados en las negociaciones que han llegado a buen
puerto con Cuba y que quedarán entre los grandes éxitos del doble mandato de
Obama.
Pero el Papa
tiene además una misión propia, es decir, dar nueva linfa a un catolicismo exangüe
en particular en Occidente, y restituir un papel y protagonismo a la Iglesia en
el norte y en el sur de América, dividida desde hace décadas entre sectores
episcopales tradicionalistas y corrientes populares y liberales, debilitadas tras
décadas de marginación.
Por estas
razones la agenda del obispo de Roma de ahora en adelante estará repleta de las
Américas. En los meses pasados, no casualmente, los presidentes de Bolivia y
Ecuador, Evo Morales y Rafael Correa, acudieron al Vaticano; el primero, como
parte de los movimientos populares (campesinos, de los derechos humanos,
ambientalistas, metropolitanos) convocados en el aula Paolo VI por Francisco;
el segundo, en el marco de un convenio sobre los riesgos del cambio climático
que se desarrolló dentro de los muros de la Santa Sede con el apoyo de
científicos, exponentes de otras confesiones y de representantes de las
Naciones Unidas. Por lo demás, dentro de
poco será publicada la primera encíclica del Papa Francisco dedicada,
precisamente, al tema ambiental.
Posteriormente
en junio, la presidenta chilena, Michelle Bachelet (el 5) visitará al Papa, en
el mismo mes hará lo mismo la presidenta argentina Cristina Kirchner (el 7). En julio, del 6 al 12, será Francisco quien
volará a América Latina para hacer escala en tres países: Bolivia, Ecuador y
Paraguay. En el año 2016 tocará a Argentina, Chile y Uruguay.
Y bueno, precisamente
en septiembre del presente año tendrá lugar la etapa cubana.
El último
Papa que visitó la isla fue Benedicto XVI. Sin embargo, el contexto era muy
distinto. Después de hacer escala en Cuba, Francisco aterrizará en los Estados
Unidos, para otras citas relevantes. El Papa hablará a las Naciones Unidas en
Nueva York –un discurso esperado en el que afrontará cuestiones como el
desarme, los derechos humanos, la cuestión ambiental, la urgencia de una
gobernanza multipolar de las crisis internacionales. Después visitará Washington
donde realizará un discurso –será el primer Papa de la historia – en el
Congreso estadounidense.
Por último,
Bergoglio cerrará su gira por Estados Unidos en Filadelfia donde tendrá lugar
el Encuentro Mundial de las Familias y que en esta ocasión se confrontará con
una Iglesia estadounidense muy influenciada, en las últimas décadas, por la
cultura antiabortista con venas conservadoras, pero donde también ha emergido
un catolicismo que mira otras problemáticas empezando por la migratoria, que tiene
que ver con Centro y Sudamérica.
*Francesco
Peloso es vaticanista, avecindado en Roma. El presente artículo fue publicado
por la revista italiana Internazionale. Es autor de varios libros, el último La
Banca del Papa, próximamente en circulación en Italia.