Samsung, sentencia a Park y el Centro de Convenciones de Mérida por Eduardo Lliteras Sentíes
253
VISITAS
La
expresidenta de Corea del Sur, Park Geun-Hye, fue condenada ayer a 24 años de
prisión, tras haber sido declarada culpable este viernes por un tribunal coreano
de abuso de poder y corrupción, informó la agencia francesa AFP. Se trata del
caso al que hemos dado seguimiento puntual en Infolliteras.com y La Jornada
Maya por sus vínculos con la empresa coreana Samsung y su máximo directivo, el
heredero de Samsung, Lee Jae-yong, quien fue condenado a cinco años de cárcel acusado
de corrupción y tráfico de influencias.
La
expresidenta Park Geun-hye fue sentenciada este viernes en un juicio televisado
en vivo, en el que el Tribunal del Distrito Central de Seúl emitió la sentencia
un año después de su arresto a finales de marzo de 2017.
Park, de 66
años, fue acusada de 18 cargos de corrupción, incluidos soborno, abuso de poder
y filtración de secretos estatales; de 16 de los cargos, fue declarada
culpable. La fiscalía había demandado una sentencia de 30 años de prisión y el
pago de 118.500 millones de wones en multas (110,9 millones de dólares), señala
la agencia coreana Yonhap.
Como se
recordará, el gobierno del Estado de Yucatán, anunció hace ya más de un año con
bombo y platillos, que había firmado una “asociación estratégica” con la transnacional
Samsung y que como resultado, entre otros acuerdos no transparentados, el
Centro de Convenciones que edificaba en Mérida llevaría la leyenda “Powered by
Samsung”.
Sin embargo,
llamó la atención que durante la “inauguración” del Centro de Convenciones del
jueves –con la presencia del gobernador, empresarios, diputados, senadores,
funcionarios estatales y el mismo presidente Enrique Peña Nieto- no se hiciera referencia
alguna al convenio cantado con fanfarrías hace más de un año. En ninguno de los
discursos se mencionó a la empresa Samsung. Tampoco en los boletines oficiales.
Las razones
son evidentes. Es decir, la fatal coincidencia con el fallo contra la
presidente Park en Seúl, y las prisas electoreras por inaugurar el Centro de
Convenciones de la administración estatal y del gobernador, Rolando Zapata
Bello, en Mérida. Porque, hasta donde se sabe, el convenio con la Samsung se
mantiene, ya que inclusive entre la muchedumbre de enguayaberados que acudieron
a la inauguración, se encontraba un representante de la Samsung, que pasó con
bajo perfil. Seguramente esperando que pase el escándalo, y quizá a petición de
empresarios locales, conscientes de que el sello, “Potenciado por Samsung”,
hace alusión a “motorizado por la corrupción”.
Como se
recordará, en febrero del 2016, el Parlamento de Corea del Sur aprobó con más
de dos tercios de los votos la destitución de la presidenta Park Geun-hye,
implicada en el mayor escándalo de corrupción vivido en el país asiático en las
últimas décadas.
La
expresidente fue arrestada en marzo del 2017, después de que la Corte
Constitucional de Corea del Sur fallara a favor de su destitución y luego de
que el Parlamento aprobara con más de dos tercios de los votos.
La ex
presidente Park fue acusada de haber incumplido la Constitución y otras leyes,
al haber delegado funciones estatales en su amiga y confidente, Choi Soon-sil,
quien sin tener ningún cargo en el Gobierno, intervenía en las decisiones más
importantes del Estado, incluyendo los nombramientos de altos cargos, según han
señalado diarios coreanos y agencias internacionales.
Choi
Soon-sil, mejor conocida como la “Rasputina surcoreana” es hija de un líder
difunto de una importante secta religiosa surcoreana y según se sabe ahora,
estuvo presente en todas las reuniones claves de la presidente Park con altos
funcionarios de empresas como la Samsung y usó sus nexos con Park para obtener
dinero y prebendas.
De esa
manera, Choi Soon presionó y obtuvo de grandes conglomerados industriales
coreanos millones de dólares que fueron canalizados a dos fundaciones que ella
había establecido, apropiándose de los fondos.
Samsung,
Hyundai o LG habrían caído en ésta red de Choi Soon y “donado” grandes sumas de
dinero a sus fundaciones, ante las presiones de ésta o de la expresidente Park.
Las empresas obtuvieron a cambio favores gubernamentales para ayudarlas a
concretar planes de expansión y ambiciones personales de sus dirigentes como
ocurrió con el heredero del Grupo Samsung, Lee Jae-yong.
Como se
recordará el 6 de diciembre del 2016, el heredero del Grupo Samsung, Lee
Jae-yong fue citado en la sede central
de la Asamblea Nacional de Seúl para ser interrogado sobre las acusaciones del
involucramiento del conglomerado que él dirigía en el escándalo del tráfico de
influencias de la presidente, Park Geun-hye, y su confidente íntima, Choi
Soon-sil.
Los líderes
de ocho conglomerados principales de Corea del Sur han comparecido durante el
juicio ante la Asamblea Nacional para someterse a una investigación
parlamentaria por su conexión con el escándalo de corrupción que involucra a la
presidente, Park Geun-hye, y su amiga íntima, Choi Soon-sil.
El heredero
de Samsung, Lee Jae-yong, fue interrogado por las acusaciones de que la Oficina
del Presidente ejerció influencia en el Servicio Nacional de Pensiones, el
principal inversor institucional del país, para apoyar el acuerdo de fusión del
grupo Samsung a cambio de donaciones y favores para Choi y su hija.
Cabe
recordar que en 2015 el Grupo Samsung fusionó dos de sus filiales, a pesar de
la oposición de los inversionistas extranjeros. El sistema estatal de
pensiones, que poseía el 11,6 por ciento de Samsung C&T Corp. y el 5 por
ciento de Cheil Industries Inc., apoyó a Samsung en detrimento de los
accionistas minoritarios.
La fusión
fue considerada como un paso para sentar las bases del poder del heredero de
Samsung, para que se hiciera con el control del conglomerado coreano en medio
de la hospitalización de su padre, Lee Kun-hee, quien lleva hospitalizado desde
mayo del 2014 tras sufrir un ataque cardíaco.
Lee admitió
haber proporcionado a la hija de Choi, Chung Yoo-ra, una jinete profesional, un
caballo valorado en unos 1.000 millones de wones (851.933 dólares).