Redacción.- Los estudios de asociación genética llevados a cabo en el Laboratorio de Genética del Centro de Investigaciones Regionales “Dr. Hideyo Noguchi” de la UADY, demuestran que existe un factor de riesgo con relación a la obesidad en niños y niñas en edad escolar de Yucatán, reveló la investigadora Lizbeth González Herrera.
“Los niños durante su estancia fuera del hogar, en el trayecto de la casa a la escuela y de regreso, tienen una alta disponibilidad de alimentos densos en energía, lo que puede condicionar su consumo y contribuir a la aparición de sobrepeso y obesidad, por lo que resulta importante investigar esta asociación en estudios prospectivos”, detalló en entrevista.
Asimismo, afirmó que este factor de predisposición genética es derivado principalmente del gen asociado a la obesidad y masa grasa.
Otro aspecto que consideró en la investigación, fue que los niños ingieren una importante cantidad de alimentos sin supervisión familiar, lo cual puede facilitar el consumo de alimentos que pueden favorecer el incremento inadecuado del peso corporal.
“Aun cuando la evidencia sobre alimentos específicos o patrones dietéticos que contribuyen al consumo excesivo de energía en los escolares es limitada, se ha observado que las raciones grandes de alimentos y bebidas, los snacks densos en energía e ingerir bebidas endulzadas, contribuyen al consumo excesivo de energía en niños y adolescentes”, advirtió.
En ese sentido, destacó que durante las últimas décadas la prevalencia de obesidad en escolares ha aumentado de manera alarmante a nivel mundial en niños de cinco a 11 años.
Dijo que la escuela y la familia juegan un papel fundamental en la prevención del sobrepeso en escolares, asimismo el Estado como eje rector y el sistema de salud para la prevención temprana y el tratamiento de esta.
Los niños con sobrepeso tienden a seguir siendo obesos en la edad adulta y tienen más probabilidades de padecer a edades más tempranas enfermedades no transmisibles como la diabetes y las cardiovasculares.
“El sobrepeso, la obesidad y las enfermedades conexas son en gran medida prevenibles, por lo que, hay que dar prioridad a la prevención de la obesidad infantil”, aseguró.
Varios estudios han enfocado sus esfuerzos a identificar factores críticos asociados al rápido crecimiento de la prevalencia de sobrepeso en escolares, a fin de diseñar estrategias para reducir su aceleración, concluyó.