Redacción.- Las calles de Mérida se vaciaron. Numerosos restaurantes lucieron vacíos. Sin embargo, no todo mundo optó por encerrarse en su casa o no salir a comer durante el primer fin de semana de suspensión de actividades por el COVID-19. En los supermercados hubo compras de pánico sobre todo el sábado: productos de limpieza, geles y ciertos tipos de comida como los frijoles y las sopas desaparecieron de los mostradores.
Por lo pronto en Yucatán se declaró que no habrá clases desde el 17 de abril en el Estado. Así lo dijo el gobernador Mauricio Vila Dosal ayer. La suspensión de clases será hasta el 20 de abril.