Redacción.- Para el Banco de Bilbao y Vizcaya la estrategia del presidente, Andrés Manuel López Obrador, ante el coronavirus debe ser aumentar el nivel de la deuda del país -de 54% a 60% del Producto Interno Bruto- a través de la contratación de deuda pública “temporal” en el mercado local en pesos mexicanos, acompañada de un plan de pago que debería iniciar cuando se retome la actividad económica. Así lo dijo Carlos Serrano, economista en jefe de ese banco español convertido tras la privatización de la banco en México en el mayor proveedor de servicios bancarios en el país, con utilidades en México en 2018 por 52 mil 638 millones de pesos.
Eso sí, el vocero o economista en jefe, dijo que “hoy una política de austeridad es irresponsabilidad fiscal”, afirmó Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA cuya filial mexicana, Bancomer, le aportó 44 por ciento del total de las ganancias globales del Grupo BBVA en 2018.
Asimismo, Carlos Serrano, afirmó que dada la coyuntura en la caída de los precios del petróleo, la sobreoferta del hidrocarburo con la caída en la demanda y la limitación en la infraestructura de Pemex para almacenar crudo, hacen de este, un buen momento para que el gobierno decida suspender la construcción de la Refinería en Dos Bocas, Tabasco.
La política de austeridad económica y falta de apoyos fiscales aplicados por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador frente a la crisis económica por el coronavirus es una irresponsabilidad fiscal, insistió.
También consideró que asumiendo que se vayan levantando gradualmente las restricciones a partir de julio, “creemos que el consumo puede acabar el año con una caída de 12%” en 2020, el doble de lo observado en la más reciente recesión.
Insistió en que debe darse un “cambio de timón” en las estrategias de Petróleos Mexicanos (Pemex), ya que de continuar su deterioro financiero existe una alta probabilidad que México pierda el grado de inversión el próximo año.
De acuerdo con el economista del banco español, se debe de reducir la producción petrolera, ya que una gran mayoría de los campos que opera Pemex no son rentables con los precios actuales.