Redacción.- La iniciativa de reforma a la Ley Federal de Presupuesto, planteada por el presidente Andrés Manuel López Obrador para atender la crisis económica causada por la pandemia de COVID-19, fue defendida por Mario Delgado, líder parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados. La iniciativa busca dar la facultad al Ejecutivo federal para hacer cambios en el presupuesto de este año en casos de “emergencia económica” como la que se está viviendo con el COVID-19. El objetivo es poder redirigir recursos a las obras o programas que el presidente considere prioritarios.
Dichos cambios se establecerían y aplicarían a través de la Secretaría de Hacienda, sin considerar las opiniones de diputados y senadores.
El legislador exhortó a la población a no hacer caso de las “mentiras de la derecha” que ha tratado de descalificar públicamente el proyecto, con el discurso de que busca quitarle facultades al Legislativo y garantizar un uso discrecional de los recursos públicos.
“No hagas caso de las campañas mentirosas de la derecha, nosotros vamos a actuar con mucha responsabilidad y vamos aprovechar esta reforma para profundizar nuestra vida democrática”, destacó.
Esto, luego de las contradicciones entre el dirigiente nacional del PAN, Marko Cortés, y la bancada de su partido en la Cámara de Diputados. Mientras el primero lanzaba una alerta para “contener” a Morena, los legisladores panistas se mostraron dispuestos a aprobar la iniciativa después de negociar modificaciones.
Ahora, Delgado ha reiterado que el proyecto tendrá cambios, manteniendo las facultades de los diputados de aprobar el presupuesto y puntualizar qué condiciones abarcarán las emergencias económicas y sanitarias que ameriten reasignaciones presupuestales.
De igual forma, aclaró que López Obrador pudo haber actuado como gobernantes anteriores, modificando el gasto sin ningún control, pero prefirió la vía legal y promovió una reforma en la materia, para hacer frente a la emergencia sanitaria y su impacto en la economía.
A decir del morenista, el mandatario pudo “haber aprovechado la enorme flexibilidad que existe en la ley para hacer cambios, ajustes y reasignaciones en el presupuesto: hacer lo que hubiera querido, así lo hicieron todo el tiempo los gobiernos anteriores”.
“Qué bueno que el presidente eligió esta segunda opción y nos mandó la iniciativa y no actuó discrecionalmente”, concluyó.
Cabe recordar que durante el sexenio de Enrique Peña Nieto se registró un gasto excedente de 1.4 billones de pesos, entre diciembre de 2012 y marzo de 2018, lo que significa que su gobierno gastó más de lo que el Congreso le había aprobado.
En aquel entonces, el mayor gasto público ni siquiera se utilizó en inversión para infraestructura, sino que fue derrochado en “gasto corriente”, es decir, se usó en la operación del gobierno, salarios, insumos de oficina, transporte, renta de oficinas, entre otros.
Alejandro González, presidente del consejo del centro de investigación en política pública Gesoc, comentó en su momento que sexenios anteriores también habían registrado gastos excedentes, pero el de Peña Nieto, en particular, tuvo una Secretaría de Hacienda “con alto poder político, primero con Luis Videgaray, personaje cercano al presidente, y José Antonio Meade, quien fue candidato a la presidencia”.
“Envié esta iniciativa para hacer ajustes al presupuesto. Debe de saberse que la decisión de poderes corresponde al Congreso y de manera particular a la Cámara de Diputados aprobar el presupuesto, es facultad exclusiva a la Cámara de Diputados”, explicó.