Redacción.- En las últimas 24 horas se registraron tres masacres en tres departamentos colombianos: Arauca, Nariño y Cauca. Con esto, acumulan cuatro en una semana. El presidente Iván Duque se reunió este sábado con familiares de las víctimas Del Valle de Cauca. Las masacres ocurridas en las dos últimas semanas han cobrado la vida de al menos 27 personas. En Colombia resurge la violencia en zonas rurales que tiene en la mira a líderes sociales pero también a poblaciones enteras. Bandas del crimen organizado se disputan territorios, matan y depredan en la ausencia del Estado y en la total impunidad.
Colombia se enfrenta a una nueva ola de masacres, asesinatos selectivos, desplazamiento y lucha de territorios. El país vive el ascenso de una nueva violencia que afecta a las regiones más alejadas, señala el semanario Semana.
En Nariño reportó una nueva masacre, esta vez de seis jóvenes. En los últimos días se reportaron también masacres en El Tambo, Cauca, en la que murieron seis personas; en Arauca, con cinco decesos; el asesinato de cinco jóvenes en Cali, y la muerte de tres indígenas en Ricaurte, Nariño.
Una nueva masacre, esta vez en el departamento de Nariño, se conoció en la madrugada de este sábado. Seis personas fueron asesinadas y dos más resultaron desaparecidas en un ataque registrado en La Guayacana, sector rural de Tumaco.
Así lo confirmó el gobernador de Nariño, John Rojas, quien informó que en las próximas horas discutirá el tema en un consejo de seguridad con el presidente Iván Duque en Nariño.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos dijo que observa con extrema preocupación otras 4 masacres en las ultimas 2 semanas. Dos el 21/8: en El Tambo, Cauca, donde 6 personas fueron asesinadas; y en Arauca, donde 5 personas asesinadas. El 11/8 fueron asesinados 5 niños en Cali; y el 16/8, 8 jóvenes en Samaniego, Nariño.
Asimismo, la CIDH llamó a tomar medidas efectivas para prevenir la violencia e investigar diligentemente estos hechos para identificar y sancionar a los responsables; y garantizar reparación integral a las víctimas, en su caso, con un enfoque diferenciado étnico-racial.