Redacción / Didier Madera.- La hipertensión arterial es el principal factor de mortalidad de las personas infectadas con Covid-19 en Yucatán. La mitad de los fallecidos en el Estado padecían de esta patología crónico-degenerativa, reveló la Secretaría de Salud de Yucatán (SSY).
El fenómeno es similar a nivel nacional, y en Yucatán ya son dos mil 145 las personas fallecidas que padecían de dicha enfermedad crónica, la cual es silenciosa y controlable, misma que se caracteriza por la elevación sostenida de la presión sanguínea en más de una medición.
Hasta hoy, en la entidad, han fallecido cuatro mil 150, de las cuales, el 51.7 por ciento tenía hipertensión arterial.
En Yucatán son 43 las comorbilidades y/o factores de mortalidad, y las cinco más frecuentes, tanto en la república mexicana como en la entidad, son la hipertensión arterial, diabetes mellitus, obesidad, insuficiencia renal crónica y enfermedades cardiacas.
El especialista en Cardiología Clínica del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), Jarret Francisco Braga Alcocer, expresó que los daños que la hipertensión arterial puede ocasionar son principalmente en el corazón, cerebro y riñones, las cuales pueden manifestarse como infarto cardiaco, embolia cerebral y el daño permanente del riñón, específicamente insuficiencia renal crónica.
La mortalidad por estas complicaciones ha mostrado un incremento sostenido durante las últimas décadas, acotó.
Señaló que las enfermedades del corazón, la enfermedad cerebro vascular y las nefropatías se encuentran entre las primeras causas de muerte de los derechohabientes del Instituto, además de ser una de las enfermedades que generan grandes costos en su atención.
Explicó que cuando una persona tiene una presión arterial superior a 140/90 milímetros de mercurio, existen graves riesgos de sufrir alguna complicación y de morir.
Desde luego que a mayor valor de la presión arterial, mucho mayor es el riesgo, subrayó el especialista.
La prevalencia de hipertensión arterial se registra en las personas mayores de 40 años, quienes además presentan sobrepeso u obesidad.
Destacó que la hipertensión puede acompañar a la diabetes mellitus y al colesterol elevado en la sangre en más del 50 por ciento de los casos.
Mencionó que se trata de una enfermedad silenciosa, por lo que puede evolucionar sin manifestarse por largo tiempo hasta que una lesión orgánica la ponga de manifiesto.
La mayoría de las veces, la detección constituye un hallazgo durante el examen físico, por lo que la presión arterial debe registrarse sistemáticamente en todos los pacientes, cualquiera que sea la causa de consulta.
El síntoma más común de esta enfermedad es el dolor de cabeza especialmente en la base de la nuca, el cual puede llegar a ser incapacitante, acompañado de visión borrosa o mareos.
En México, alrededor del 30 por ciento de la población adulta padece hipertensión arterial y cerca del 60 porcentual de los individuos afectados desconoce su enfermedad.
“En nuestro país existen más de 15 millones de personas con este padecimiento, de las cuales, poco más de nueve millones no han sido diagnosticados”, abundó.
Generalmente, la hipertensión se define como la presión arterial por encima de 140/90 y se considera grave cuando está por encima de 180/120.
En algunos casos, la presión arterial elevada no presenta síntomas, y de no tratarse a tiempo, puede provocar trastornos de la salud, como enfermedades cardíacas y derrames cerebrales.
Seguir una dieta saludable con menos sal, ejercitarse regularmente y tomar medicamentos puede ayudar a bajar la presión arterial, concluyó.