Redacción.- Un documento de 1976 desclasificado el miércoles por el Departamento de Estado del gobierno de los Estados Unidos muestra preocupación por los vínculos de la CIA con grupos extremistas dentro de la comunidad de exiliados cubanos y señala a Luis Posada Carriles como el planificador más probable del atentado con bomba contra un avión de Cubana Airlines en 1976. El 6 de octubre pero de 1976, ocurrió en Cuba uno de los episodios más lamentables de su historia reciente: el atentado terrorista contra el vuelo CU-455 de la aerolínea Cubana de Aviación, en el que murieron 73 personas, mientras sobrevolaba Barbados. Como autor intelectual fue señalado Luis Posada Carriles quien fue miembro de la Brigada 2.506 que, en abril de 1961, intentó invadir Cuba desde la Bahía de los Cochinos. Fue agente de la CIA y organizó junto con su cómplice Orlando Bosch la instalación las dos bombas en dicho vuelo.
El memorando fue enviado al entonces secretario de Estado Henry Kissinger por dos altos funcionarios del Departamento de Estado que evaluaron las acusaciones hechas por Fidel Castro sobre la supuesta participación de Estados Unidos en el derribo de un avión de Cubana que viajaba fuera de Barbados el 6 de octubre de 1976 en el que murieron 73 personas. Así lo da a conocer el diario Miami Herald.
“Ahora hemos investigado en detalle con la CIA (1) lo que sabemos sobre la responsabilidad en el sabotaje del avión Cubana y (2) cómo las acciones de la CIA, el FBI o el agregado de Defensa podrían relacionarse con las personas o grupos presuntamente que tuvieron responsabilidad ”, afirma el informe.
El memorando concluye que la CIA tenía vínculos previos con tres de las personas “supuestamente” involucradas en el derribo de un avión cubano, “pero cualquier papel que estas personas pudieran haber tenido en la demolición se llevó a cabo sin el conocimiento de la CIA”.
El documento, dice el Miami Herald detalla los vínculos de la CIA con “individuos presuntamente involucrados” en el sabotaje del avión – y específicamente cita a Hernán Ricardo Lozano, Freddy Lugo, Luis Posada Carriles, Orlando Bosch, Frank Castro, Orlando García, Ricardo Morales Navarrete y Félix Martínez Suárez – pero concluye que la CIA solo había tenido contacto en el pasado con Posada, Bosch y Martínez Suárez. Martínez Suárez no estuvo involucrado en el incidente del atentado, según los autores del informe.
"La relación de la CIA con Posada, quien cada vez más parece ser la persona que planeó el atentado, podría conducir a una mala interpretación y vergüenza, ya que proporcionó información no solicitada sobre importantes planes extremistas, más recientemente en febrero y junio de este año". afirma el documento, refiriéndose a información sobre planes para asesinar a un sobrino de Salvador Allende en Costa Rica y sabotear un avión cubano en junio de 1976. El informe indica que la Oficina de Inteligencia no sabía por qué Posada pudo haber ofrecido voluntariamente tal información, pero dado que su contrato como informante de la CIA había concluido, "podría haber estado tratando de permanecer en la buena disposición de la CIA, con la esperanza de utilizar la relación en solicitudes de visa y demás ", dice el comunicado afirma el Miami Herald "Sin embargo, sería al menos una posibilidad que pudiera haber estado probando la reacción de los esfuerzos de la CIA CORU [Coordinador de Organizaciones Revolucionarias Unidas, una organización anticastrista creada por Posada Carriles y Bosch] para hostigar al gobierno cubano. En este contexto, consideramos la posibilidad de que Posada haya malinterpretado la respuesta a sus planteamientos, pero la CIA nos aseguró que no pudo haber sido el caso ". Cabe recordar que el 6 de octubre se conmemora en Cuba el Día de las Víctimas del Terrorismo de Estado. La fecha fue escogida para recordar el crimen contra el avión, cuyos autores tenían probados vínculos con la estadounidense Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) cuyo director era para ese momento George Herbert Walker Bush. El acto terrorista ocurrió cerca de las costas de Barbados el 6 de octubre de 1976, cuando la aeronave con el vuelo 455, fue detonada por dos bombas escondidas en el baño trasero del avión, que transportaba a la selección cubana juvenil de Esgrima, que regresaba a su país luego de su participación en el Campeonato Centroamericano y del Caribe que se desarrolló en Venezuela. Por este hecho perdieron la vida 73 personas, entre ellas 57 cubanos, 11 guyaneses y cinco funcionarios culturales coreanos. LEA LA NOTA COMPLETA: https://www.miamiherald.com/news/nation-world/world/americas/cuba/article23119197.html