Redacción.- La Santa Sede dio a conocer los Estados Financieros Consolidados de 2020 en el que el Vaticano por primera vez dio a conocer que posee más de 5.171 inmuebles alrededor del mundo. Según la Santa Sede el 40% son edificios institucionales como conventos, hospitales y escuelas.
Dichas cifras e información forman parte del estado financiero consolidado y el primer presupuesto público de la Administración del Patrimonio de la Santa Sede (APSA), encargada de administrarlos y que fue dado a conocer hoy y cuyas cifras financieras han sido fuertemente influenciadas por la pandemia Covid-19.
En efecto. Por primera vez se hizo público el Presupuesto de Apsa, la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica. Todo ello en vísperas del histórico juicio que se abrirá el martes en el Vaticano sobre la gestión de los fondos de la Secretaría de Estado, incluida la corrupta compra y venta de un edificio londinense de súper lujo (entre los 10 imputados se encuentra el cardenal italiano Angelo Becciu). Cabe recordar que a raíz del enorme escándalo de corrupción y especulaciones en la compra de un gran edificio en Londres, el pontífice argentino ordenó trasferir a la APSA el control los fondos que manejaba la Secretaría de Estado bajo la supervisión de la secretaría económica del Vaticano. Hablamos de fondos por unos 450 millones de euros del Óbolo de San Pedro, fondo que acumula las donaciones que los fieles hacen todos los años al Papa.
Una parte de esos fondos, al menos 200 millones, formaron la parte principal en la compra del edificio ex depósito de las tiendas Harrods, en el rico barrio londinense de South Kensinton, que ahora el vaticano investiga.
Asimismo, se reportan números y datos o información sobre el valor del patrimonio de la Santa Sede. “Gran parte de este patrimonio proviene de los mil 750 millones de liras que, en 1929, Mussolini pagó a la Santa Sede con la el Pacto de la Conciliación, en compensación por los bienes inmovilizados con la Unificación”, explica el diario italiano el Corriere della Sera.
“Un poco menos de una cuarta parte de la suma fue utilizada por Pío XI para las estructuras del nuevo Estado Vaticano, luego para construir los edificios de la Santa Sede (como el gran palacio de San Calisto en Trastevere, zona de Roma cercana a la Santa Sede), y finalmente para construir , especialmente cerca del Vaticano, viviendas para empleados. El resto se destinó a una serie de inversiones con el principio de diversificación, con el fin de evitar riesgos ”.
Se explica, por ejemplo, que gracias a los alquileres a precio de mercado recaudados en propiedades de prestigio en París y Londres (753 las gestionadas por Apsa en Francia, 27 en Inglaterra), fue posible conceder un préstamo gratuito a todos los ‘Apostolic Almsgiving una estructura como el Palazzo Miglior, cercano a la columnata de San Pedro, para recibir a las personas sin hogar acogidas por la organización Sant’Egidio.
Los estados financieros de Apsa muestran que “paga directa e indirectamente los impuestos derivados de la gestión y posesión de propiedades en Italia”. Para el año fiscal 2020, la Administración del Patrimonio de la Santa Sede pagó 5,95 millones de euros por el impuesto Imu y 2,88 millones por el impuesto Ires. De estos, solo para Apsa, 4,4 millones para IMU y 2,01 millones para Ires.
En el resto del mundo, o en México, no se sabe si paga impuestos, aunque es muy dudoso.