Redacción.- En la Península de Yucatán, durante la semana pasada, se registraron cinco casos de golpe de calor y deshidratación, debido a las altas temperaturas registradas, reveló la Secretaría de Salud federal.
Desafortunadamente, a consecuencia de la ola de calor que se registra en el país, hay una defunción por golpe de calor, una persona originaria de Campeche.
Desde el inicio de la temporada de calor, en semana epidemiológica 12 hasta la 13, en la República Mexicana se han notificado 31 casos de personas con daños a la salud asociados a las altas temperaturas, 25 de los cuales sufrieron golpe de calor, y seis con deshidratación.
La problemática prevalece en siete entidades federativas, y del total de afectados, 19 son de Tabasco; tres de Veracruz y Yucatán, cada uno; dos de Campeche y Guanajuato, respectivamente, mientras que el resto se distribuye en Jalisco y Oaxaca.
De acuerdo con el Informe Semanal de Vigilancia Epidemiológica sobre Temperaturas Naturales Extremas (TNE), correspondiente a la Temporada de Calor 2022, el año pasado, el grupo de edad más afectado fue el de 45 a 64 años, el 51.5 por ciento, mientras que en la actualidad, el grupo de edad más impactado es el de 25 a 44 años, con el 100 porcentual.
Del total de individuos con golpe de calor, 17 son de Tabasco; tres de Yucatán; dos de Guanajuato, y el resto se distribuye en Campeche, Jalisco y Veracruz.
En cuanto a los deshidratados, dos son de Tabasco y Veracruz, mientras que con un caso está Campeche y Oaxaca.
De acuerdo con la Dirección General de Epidemiología (DGE), durante la actual temporada, el calor extremo es un peligro (debido al cambio climático) que ha aumentado durante los últimos años en frecuencia, intensidad y duración. Esto a su vez, se emporan con procesos naturales y efectos producidos por las actividades humanas en el medio ambiente, como el estancamiento del aire y la contaminación del aire.
Ante un evento excesivo de carga térmica, las personas que no se encuentran aclimatadas sufren diversos trastornos por el calor. Las ondas cálidas incrementan la mortalidad, con énfasis entre los ancianos, pobres y personas que carecen de una alimentación adecuada y acceso a ambientes con aire acondicionado.
En este contexto, las enfermedades causadas por calor engloban una serie de trastornos que van desde el síncope, calambres musculares y agotamiento por calor, hasta urgencias médicas como golpe de calor. Respecto a la temperatura corporal, se ha demostrado que una hipertermia por arriba de 41 a 43°C el organismo presenta disfunción de múltiples órganos.
A continuación, se describirán las tres patologías de vigilancia epidemiológica a fin de poder diferenciar cada una de ellas y bridar un mejor manejo al paciente.
Golpe de calor
Se refiere al sobre exceso de calentamiento que sufre el cuerpo, debido a un aumento en la actividad física o, a la exposición a temperaturas altas, acompañada de la pérdida total de la función termorreguladora. Es uno de los casos más graves de hipertermia, que consta de una triada: Exposición a calor intenso, disfunción del SNC y temperatura central mayor de 40.5°C.
Dentro de las personas con factores de riesgo se encuentran: niños y lactantes, adultos mayores, enfermos crónicos (diabéticos, enfermedad cardiovascular,
cerebrovascular, respiratoria, renal o neurológica), personas con sobrepeso u obesidad, personas en situación de aislamiento social, trabajadores que realizan tareas intensas, al aire libre o actividades deportivas de nivel.
La falta de hidratación hace que diversos órganos dejen de funcionar como lo harían de forma habitual, existiendo un estado de hipercoagulabilidad. El golpe de calor se origina a consecuencia de un fracaso agudo de la termorregulación y constituye una urgencia médica extrema porque es a la vez de aparición muy rápida (de 1 a6 horas) y de evolución fatal (puede ocasionar la muerte en menos de 24 horas si no se trata rápidamente).
De acuerdo a la definición operacional de la DGE, se refiere a: “Toda persona que, por exposición a temperaturas extremas elevadas, su organismo sea incapaz de disipar el calor y regular la temperatura corporal, puede presentar uno o más de los siguientes signos o síntomas: temperatura corporal mayor o igual a 41ºC, piel seca y congestionada, cefalea, fatiga, sed, náuseas, vómito, somnolencia, espasmos musculares, convulsiones y pérdida de la conciencia. Incluye efectos del calor y de la luz”.
El tratamiento del paciente es trasladar a un lugar fresco, iniciar hidratación oral o intravenoso. Lo que respecta a las complicaciones, deberá ser inmediato debido al alto riesgo que corre el paciente de morir.
Agotamiento por calor (deshidratación)
A diferencia del golpe de calor, en esta patología se conserva la termorregulación y la función del Sistema Nervioso Central. La temperatura central suele ser por debajo de 40.5°C, y los dos factores fisiológicos que lo precipitan son la pérdida de agua y sodio, o la perdida de ambos
Respecto al grupo de riesgo, los obreros, atletas y adultos mayores que realizan actividad física en ambientes cálidos y sin beber suficientes líquidos tienden a padecer agotamiento térmico con deshidratación.
El tratamiento será encaminado a corregir las pérdidas de líquidos en el paciente, que, de acuerdo a este punto, se iniciará con el plan de hidratación (A, B, y C) que corresponda a cada caso.
La definición operación en este caso, por parte de la DGE, menciona a: “Toda persona que por exposición al calor irradiado por el sol y la incapacidad del organismo para eliminar el calor excedente ocasiona un aumento de la temperatura corporal e insuficiencia de múltiples órganos y que presenta uno o más de los siguientes signos o síntomas: astenia, adinamia, cefalea, náusea, taquicardia, temperatura corporal de 40 a 41ºC; piel caliente, seca y enrojecida, confusión mental, mucosas secas, saliva filante y llanto sin lágrimas. Incluye efectos del calor y de la luz”.
Quemadura solar
Anteriormente, hablar de quemaduras, se refería un término simplificado que comprendía a “aquellas lesiones producidas por la acción del calor”. En la actualidad, se amplía esta definición, refiriéndose a “las lesiones producidas por alteraciones de origen térmico, calor o frío, sea cual sea el agente etiopatogénico y la presentación de dichas lesiones”.
La lesión térmica en los tejidos desencadena una serie de fenómenos fisiopatológicos en el organismo. A nivel cutáneo la fisiopatología de las lesiones incluye: aumento de la permeabilidad capilar, destrucción tisular, hemoconcentración al inicio y, posteriormente anemia, disminución y lentificación del volumen circulante, infección y alteraciones en la función pulmonar.
El diagnóstico de esta patología es clínico, y el tratamiento consiste en: hidratación por vía oral, alejar al paciente del sol, no romper las flictenas, evitar el contacto con sustancias irritantes.
De acuerdo con la definición de la DGE, se considera a: “Toda persona que por exposición directa a la luz solar presente quemaduras de diversos grados y extensión con uno o más de los siguientes signos y/o síntomas: edema de la piel, eritema, dolor local, aumento de la temperatura corporal, vesículas, ampollas. Incluye quemadura solar de segundo y tercer grado”.