Redacción.- La titular de la Semarnat se habría comprometido a que no se otorgará ningún permiso más para la edificación y operación de ninguna “mega granja” de cerdos en Yucatán, según dio a conocer la organización de defensa de los derechos humanos, Indignación.
Según explicó Indignación a través de un comunicado publicado en redes sociales, “a seis años del inicio de diversos procesos de organización y resistencia en contra de la industria porcícola, y tras exigir la comparecencia de las autoridades encargadas de cuidar los bienes naturales, comunidades mayas del estado de Yucatán lograron que el Gobierno Federal, a través de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), María Luisa Albores, se comprometa a respetar la voz del pueblo afirmando que no otorgará ni un permiso más para el establecimiento de mega fábricas de cerdos en el estado”.
Asimismo, entre los testimonios que se virtieron al inicio de la reunión, uno de los integrantes del Consejo Maya del Poniente Chik’iin ja’ mencionó que se tiene que respetar el derecho a la libre determinación del pueblo maya y aquellas autoridades que no estén dispuestas a respetar dicho derecho, se pueden dar la vuelta.
Asimismo, Indignación insistió en que “los pueblos mayas organizados lograron que la titular de la SEMARNAT se comprometa a no otorgar ningún permiso más a las mega-fábricas de cerdos. De igual manera, la funcionaria federal se comprometió a revisar las Manifestaciones de Impacto ambiental otorgadas a las mega-fábricas, a garantizar el proceso de participación de las comunidades en la determinación de sus ordenamientos territoriales y a coadyuvar en la realización de estudios y análisis sobre la calidad del agua en aquellos territorios mayas afectados por la industria porcina”.
“Desde Indignación, Promoción y Defensa de los Derechos Humanos, presente en la reunión en calidad de observadora, saludamos la digna resistencia de las comunidades y pueblos organizados por la defensa de su territorio y reiteramos la exigencia de que se haga efectivo el derecho de los pueblos a decidir sobre su futuro y proyecto de desarrollo, así como la obligación que tienen las autoridades de todos los niveles de respetar la decisión de esos pueblos”.