Redacción.- Luego de que Roberto Lanz Hernández fue presuntamente detenido con violencia por policías municipales de Progreso, golpeándose la cabeza en el retén del alcoholímetro en la salida de dicho puerto este viernes falleció en el hospital Agustín O’Horan. Roberto Lanz originario de Tabasco y de 38 años de edad tuvo una fuerte fractura craneoencefálica al golpearse la cabeza cuando lo detuvieron los policías municipales el domingo 4 de diciembre pasado por la tarde, estuvo en coma y con muerte cerebral. Según versiones quiso huir corriendo tras ser detenido pero un uniformado le metió el pie y cayó y se golpeó la cabeza, empezando a sangrar de inmediato. Por su parte, el equipo Indignación dijo que “exige una investigación apegada a los más altos estándares de derechos humanos que señale a todas las personas que tengan responsabilidad en este caso, así como la implementación de medidas urgentes para enfrentar, detener y erradicar la violencia policíaca, la tortura y otros tratos crueles en Yucatán”.
Virginia Lanz, su hermana, confirmo el fallecimiento de Roberto quien habitaba en Progreso. Murió tras 12 días hospitalizado.
Al respecto, en un comunicado, el Grupo Indignación señala que “quienes integramos el equipo Indignación expresamos nuestra consternación por el fallecimiento de Roberto Lanz Hernández, quien estuvo varios días hospitalizado con derrame cerebral y fractura de cráneo como consecuencia de graves lesiones sufridas en el contexto de una detención policíaca en un retén en el municipio de Progreso el pasado 4 de diciembre.
Asimismo, afirma Indignación “que esta muerte, ocurrida en circunstancias que requieren ser investigadas de manera escrupulosa y de acuerdo a los más altos estándares para garantizar verdad, reparación, justicia y garantías de no repetición, se suma al alarmante número de personas que han fallecido en Yucatán bajo custodia policial o durante detenciones”.
“En febrero de 2020 falleció en Progreso Gaspar Sulub. Ese mismo año, en noviembre, falleció un joven detenido en un retén policíaco en Chicxulub. José Eduardo Ravelo
falleció en agosto de 2021 después de ser detenido por la policía de Mérida. En mayo de este año otra persona murió en Akil mientras se encontraba bajo custodia policial. En el caso actual, tres policías municipales fueron dados de baja, lo que resulta absolutamente insuficiente frente a los hechos y no asegura justicia”.
Asimismo, Indignación afirma que “la fiscalía es en gran medida responsable de la impunidad. No cuenta ni siquiera con personal capacitado para aplicar el protocolo de Estambul. La actuación de la Codhey, por su parte, suele ser tardía y deficiente”.