En Belén no hay alegría navideña: Falta el árbol de Navidad, no hay turistas e incluso la basílica de la Natividad está vacía de peregrinos. Todo está cerrado y la ciudad parece estar en estancada. La iglesia de la Natividad se encuentra vacía, al igual que la plaza del Pesebre. Esta ciudad palestina vive principalmente de los turistas extranjeros que, por segundo año consecutivo, brillan por su ausencia. El genocidio y la destrucción de Gaza continúa por segundo año consecutivo.
El Papa Francisco reveló hace unos días el pesebre anual del Vaticano, en el que aparece el Niño Jesús vestido con una kufiya palestina. La exhibición de este año, creada por artistas palestinos de Belén, incluye una estrella de Belén con la inscripción “Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad a todos los pueblos”, tanto en latín como en árabe. La escena también muestra figuras de la Sagrada Familia, talladas en madera de olivo. El pesebre fue organizado en colaboración con el Comité Presidencial Palestino para Asuntos Eclesiásticos, la Embajada Palestina en el Vaticano y la Universidad Dar Al-Kalima, con el apoyo del Centro Beitcharilo. Después de la inauguración, se celebró una misa por la paz y el alto al fuego en Palestina en la Capilla Angeli.