Eduardo Lliteras, Ciudad del Vaticano, Roma, Italia .- Humo negro, negrísimo, en el ocaso romano. Con la basílica completamente iluminada y los dos brazos de la columna de Bernini iluminadas, a duras penas se vislumbraba la fumarola negruzca danzar fantasmagórica por el tejado de la Sixtina como un diablillo negro que se llevaba el viento. Tras más de 3 horas de espera la Sixtina exhaló humo negro por la famosa chimenea que se asoma tímidamente en el tejado entre el Palacio Apostólico y la Basílica de San Pedro. Durante una hora un dron estuvo volando por los alrededores de la Sixtina, generando interrogantes de si ya era el momento de la fumata, pero los purpurados escogieron las 9 de la noche (con un minuto) para enviar su mensaje a la urbe y al mundo: no hay Pontífice romano aún. Calma.
Se preveía retardo debido a que los purpurados empezaron con algo de retraso. Y claro ellos se toman su tiempo y algunos están aprendiendo el procedimiento del voto.
El humo negro provocó gritos de júbilo en la Plaza de San Pedro en torno a las 21.01, cuando la multitud que se había reunido en vía de la Conciliación y Plaza de San Pedro observó el humo negro recortarse en el cielo ya casi negro, medio pardo, del anochecer romano.
La Capilla Sixtina cerró con el extra omnes anunciado a las 17.45: más de tres horas de espera, un tiempo inusualmente largo. La duda se había extendido por la plaza: ¿será que ya han elegido al Papa y el humo será blanco?
La gente había comenzado a retirarse en algunos casos. Otros empezaron a aplaudir para "presionar" a los purpurados que ni por enterados se dieron, obvio, ya que estaban en lo suyo en la Sixtina.
El frio comenzaba a calar en algunos y el entumecimiento. La impaciencia por la larga espera y la interrogante sobre el resultado de la primera votación, que generalmente ha sido considerada como poco probable con un resultado de humo blanco, ya tenían a algunos huyendo de la plaza o de plano brincando, estirando las piernas.
Cabe recordar que para el 80 por ciento de los cardenales es su primer cónclave y los procedimientos los desconocen. También hay que recordar que en esta ocasión son más los cardenales votantes.
Claro, hay que recordar que lo que sucede durante el cónclave es secreto: los cardenales están encerrados dentro de la Capilla Sixtina y no pueden tener contacto con el mundo exterior hasta que aparece el humo blanco que indica la elección. Ni tampoco pueden revelar a nadie lo que sucede dentro, ni ahora ni después so pena de excomunión.
Sin embargo, el Corriere della Sera recoge la voz de algunas fuentes fiables según las cuales el tiempo transcurrido entre el extra omnes y el humo fue tan largo debido a la prolongada meditación del cardenal Raniero Cantalamessa.
No es cardenal elector porque tiene más de 80 años y tuvo que salir de la Sixtina pero tuvo a su cargo la meditación a los cardenales electores antes del inicio del cónclave. Una larga meditación, que aparentemente duró más de 45 minutos, y que comenzó inmediatamente después del extra omnes, retrasó las fases de la primera consulta en la capilla Sixtina, especulan diarios italianos. La realidad es que son especulaciones pero ciertamente empezó con retraso el cónclave y la espera se prolongó demasiado tiempo afuera generando impaciencia, como ya señalé, entre las personas que estaban esperando.
Hoy se espera que más personas acudan a esperar la fumata. Habrá dos votaciones en la mañana y dos en la tarde. Claro, si no resulta un Papa electo antes.
Por la mañana de hoy en Roma, en la Capilla Sixtina, se celebró la Missa Pro Ecclesia a Romano Pontifice / Se trata de la primera del Papa León XIV
Por la mañana de hoy en Roma, en la Capilla Sixtina, se celebró la Missa Pro Ecclesia a Romano Pontifice....