Numerosos tráileres fueron desviados del viaducto elevado de Progreso por fallas del sistema de acceso con tarjetas. Esto obligó a desviarlos por calles del puerto de nueva cuenta.
En efecto. Con tropiezo comenzó la apertura oficial del viaducto elevado que atraviesa toda la calle 82 de Progreso hacia y desde la terminal remota del Puerto de Altura.
Un número indeterminado de tráileres de uno y doble remolque no fueron autorizados para usar ese libramiento y no pasaron la caseta de control.
Estos fueron obligados a salir, desviados y enviados a las calles 46 y 25, arterias que las autoridades portuarias, municipales y estatales mantienen como alternas.
Según versión extraoficial, la causa habría sido que las tarjetas de acceso y control (TAC) no fueron activadas debido a que la empresa operadora del nuevo paso a desnivel las entregó muy tarde el martes 25 de noviembre y no pudieron estar listas de manera electrónica.
Aunque las unidades afectadas tenían cita no pudieron seguir adelante y fueron sacadas de la vía.
En punto de las 8:00 horas (en la mañana), un tráiler de la empresa Logística pasó sin problema alguno; fue el primero en transitar de sur a norte. De norte a sur, saliendo con rumbo a Mérida, se observó un carrotanque de doble remolque.
Otros camiones de Logística entraron sin novedad, pero cuando los de Transportes Álvares y de PPS-Procargo llegaron al sitio de cobro todo falló. No pudieron avanzar y tuvieron que retroceder.
Otras góndolas de Loltún y Transportes Logra (TL) tampoco obtuvieron permiso y abandonaron el camino entrada.
Las quejas se dejaron escuchar, pues la culpa no fue del transportista, sino al parecer de la compañía operadora.
Muy temprano se montó un operativo policíaco-militar y se colocaron conos de prevención en la carretera Mérida-Progreso desde antes del puente Chelem hasta el área de la caseta de control.
Se incluyeron señalamientos en la salida a Mérida con el fin de evitar accidentes en la incorporación a carriles de baja velocidad.










