Se grilló a Huacho Díaz Mena el secretario de la Secretaría de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, en el elitista club Campestre de Mérida: “Huacho siempre llega tarde”, dijo con mala leche mientras pedía aplausos para la senadora Verónica Camino Farjat, con quien está haciendo mancuerna para hacer campaña en Yucatán: ella le junta gente para su campaña a la presidencia y él la empuja para que sea la candidata de Morena a la gobernatura del Estado.
El secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, en horario laboral, se reunió con un grupo de empresarios y de morenistas llevados al evento por Verónica Camino y Rogerio Castro -ambos operadores del ex gobernador Rolando Zapata Bello- para aplaudir y gritar a favor de ellos. En la cargada no podía faltar la diputada local, Jazmín Villanueva, otro de los supuestos “liderazgos morenistas” detrás de los que se anida el priismo más rancio que ha colonizado al partido de los camisas moradas en Yucatán.
Adán escogió el escaparate “gratuito” (no nos costó nada, ya vamos de ganancia, dijo) del Campestre -donde no se para el pueblo bueno sino para barrer mármoles y limpiar albercas-para anunciar que ahora sí iniciará la ampliación del Puerto de altura de Progreso.
Claro, confesó que el gobierno federal no tiene lana para eso pero que gracias a que el gobernador Mauricio Vila Dosal no se conformó con el no hay dinero para el puerto, sí se va a hacer a través de un préstamo con la banca comercial al que dio el visto el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador.
De hecho, el secretario de la Segob dijo que fue propuesta del gobernador Vila, quien gracias a su terquedad, según aseguró, ha logrado que el proyecto camine. Se trata de un empréstido por 3066 millones de pesos.
Y claro, Adán “pidió” (en realidad es una orden del mismo presidente) que lo aprueben en el congreso local a los diputados locales de Morena.
El proyecto va más allá de ser una ampliación del calado y de los muelles del puerto para que ingresen barcos de mayor tonelaje: en los terrenos donde se iba a construir una Zona Económica Especial en el sexenio anterior, el gobernador planteó la construcción de lo que llamó “Polo del Bienestar” o más una plataforma de exportación que aproveche el llamado y tan en boga “nearshoring” para explotar comercialmente la cercanía de las costas de Estados Unidos en el Golfo de México y en la costa Este en momentos en que los cambios geopolíticos globales -con la guerra proxy de Ucrania in primis- reorganizan el planeta en bloques, en regiones, no muy amigables unas con otras por cierto, con el dólar en la cuerda floja.
Por último, el secretario de programas de Bienestar del gobierno federal en Yucatán, no llegó hasta el momento en que nos retiramos de tan alegre reunión de enguayaberados fifís.