El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) sigue arrastrando problemas sin resolver. Mientras personal de dicha dependencia federal dice que es “una bomba de tiempo”.
Se quejan de su director, Víctor Arturo Martínez Rojas, por negarse a dar una pronta solución a los diversos problemas de carácter urgente por resolver, según dicen.
No ha dado solución a los numerosos temas pendientes cotidianos, provocando el enojo de los trabajadores, quienes ya planean el efectuar protestas, según dicen quejándose del funcionario.
Además ha optado por ocultarse de los medios de comunicación; primero durante su nombramiento, ocurrido a puertas cerradas el pasado 19 de agosto, y en los eventos públicos que ha presidido, en los que ha ordenado que se evite el invitar a reporteros, camarógrafos y fotógrafos.
De acuerdo con la información proporcionada por los afectados, Martínez Rojas sólo acude unos minutos a su oficina y luego se retira, sin dar una solución a las numerosas solicitudes, oficios, pendientes, y demás documentación, y lo peor de todo, a los problemas de carácter urgente, insiste personal del INAH.
En breve se cumplirán dos años de la protesta y cierre de la zona Arqueológica de Mayapán, por parte de los ejidatarios de Telchaquillo, comisaría de Tecoh.
Hasta el momento no hay una fecha para la reapertura de la zona arqueológica de Balamcanché y Loltún, a pesar que ya cuentan con las condiciones adecuadas para su aprovechamiento turístico.
Asimismo, prevalece el abandono del Museos de Dzibilchaltún así como de la Pinacoteca del Estado “Juan Gamboa Guzmán”, la cual permanece cerrada desde 2020, como parte de las medidas establecidas para la prevención del Covid-19.
Tampoco hay una fecha para la continuidad de las obras de rescate del Teatro José Peón Contreras, a raíz de su incendio en 2022.