La salud de cerca de 150 menores de edad con problemas oncológicos está en riesgo, a consecuencia de la carencia de medicamentos, registrada desde seis meses, según dijeron las progenitoras de los infantes afectados, los cuales reciben paliativos durante su tratamiento en el Hospital General – Escuela “Dr Agustín O’Horán”.
Asimismo, desafortunadamente, la situación se complica con los nuevos casos que se atienden en el nosocomio, por lo que solicitaron la intervención del gobierno federal y estatal para el inmediato suministro de las medicinas necesarias para la quimioterapia, lo que permitiría la pronta recuperación de los niños y niñas.
Lo peor de todo, con la desaparición del Seguro Popular, son los padres de familia quienes se tienen que hacer cargo de los gastos médicos, según dijeron aunque afirmaron que no aún no tienen claro cómo funciona el nuevo esquema.
La anomalía se registra desde hace seis meses, por lo que los infantes pueden sufrir alguna recaída, y con ello, un mayor deterioro de su salud, según dijeron.
Entre las afectadas, Rita Magaña Arellano, explicó que tiene un hijo de cuatro años de edad, cuyo tratamiento está retrasado debido a la carencia de medicamentos, por lo que está preocupada por la salud de su vástago.
“No hay medicamento, y por eso no llega a Yucatán, no es que no nos lo quieran dar”, expresó.
Explicó que por lo pronto, a los menores de edad se les da sustitutos de medicamentos, por lo que no pueden completar su tratamiento de quimioterapia.
Por su parte, Nataly Pech Chi, remarcó que “desde hace seis meses no hay medicamentos y no hay quimioterapia para los menores de edad que están en oncología pediátrica”.
Estableció que “al no darles quimioterapia, se les atrasa su tratamiento y la enfermedad avance, por lo que estamos muy preocupadas por la salud de nuestros hijos”.
Debido a que ya no hay Seguro Popular, “nos cobran la estancia y tenemos que hacer otros pagos, pero no tenemos dinero para todo ello”.
Resaltó la buena atención recibida en el O’Horán, los médicos hacen todo lo posible para que los infantes tengan un tratamiento de calidad, pero la falta de medicamentos es una verdadera limitante.
“Afortunadamente, mi hijo no está grave, pero todo niño que tiene la enfermedad, en cualquier momento puede estar bien pero en cualquier momento puede estar mal, no lo sabemos…”, añadió.