Redacción.- Más de cinco horas esperaron los familiares de Ronald Richmond Díaz en el SEMEFO (Servicio Médico Forense) de la Fiscalía General del Estado ubicada en el periférico de Mérida para que les dijeran que el cadáver de su hijo y hermano sería entregado a la pareja sentimental para su sepultura, tras la realización de dos necropsias que arrojaron datos completamente diferentes sobre la muerte de dicha persona, hallada en montes de Chacsinkín oficialmente el pasado 7 de abril. La segunda necropsia, realizada al cadáver de Richmond Díaz por un médico legal contratado por la familia, desmiente la versión oficial y la necropsia de ley practicada por la Fiscalía General del Estado en Tekax, en la que se afirmaba que se trató de “un suicidio” (versión filtrada a algunos medios por las autoridades) por ahorcamiento. Según el médico legal contratado por los familiares de Richmond Díaz, se trató de un homicidio, según arrojó la segunda necropsia practicada al cadáver el 11 de abril.
“Con los datos obtenidos de las contusiones que presenta el cadáver de quien en vida llevó el nombre de Richmond Díaz Ronald en la región del cráneo frontal, occipital, parietal y pterium derecho e izquierdo, de la galea aponeurótica y hematomas subdurales de la médula cervical así como contusiones en cuello, torax anterior, posterior, miembros superiores e inferiores concluimos que la causa de la muerte del señor Richmond Díaz Ronald fue por politraumatismo”, señalan las “conclusiones” de la necropsia practicada por el médico legal, Wilbert Pantoja Ávila.
Asimismo afirman las “conclusiones” que “por las múltiples lesiones que presenta el cuerpo del que en vida llevó el nombre de Richmond Díaz Ronal en cara, cráneo, tórax, brazos y piernas se presupone que sufrió tortura”.
Por su parte, la asesora legal de los familiares (cuyo nombre se reservaron), “la Fiscalía General del Estado los ha tratado como si fueran imputados o acusados, y en éste caso son víctimas”. Asimismo, afirmó que “la Fiscalía General del Estado no les ha dado ni la información ni la importancia ni la atención como lo marca la ley. Lo están manejando con dolo, vicios ocultos y se le está dando preferencia a una de las partes nada más”, señaló la asesora legal.
SEGUNDA NECROPSIA
Según la primera necropsia realizada por la Fiscalía General del Estado, la muerte de Ronald Richmond se debió a un suicidio, confirmando la versión original de la policía municipal de dicho municipio yucateco, señalada por haber tenido al menos un altercado con el hoy occiso.
Como ya señalamos en nota anterior, el médico legal, Wilbert Pantoja Ávila, contratado por los familiares, señaló que Ronald tenía varios días de fallecido cuando lo encontraron en el predio quemado en el monte y afirmó que el cuerpo presentaba hematomas, lesiones, internas y externas en múltiples parte del organismo: en cráneo, en la cara, en el tórax posterior, y en los hombros.
El doctor Wilbert Adolfo Pantoja Ávila, con certificado del Consejo Nacional de Medicina Legal y diplomado en criminología por la Universidad Autónoma de Puebla y en criminalística, realizó una segunda necropsia el 11 de abril al cadáver de Ronald Richmond Díaz en la morgue del Servicio Médico Forense en Tekax, la cual arrojó “múltiples infiltrados hemorrágicos y hematomas en el cuero cabelludo”, así como contusión y escoriación en rodilla y esquimosis en pierna izquierda y escoriación y esquimosis en rodilla derecha, según pudimos constatar al tener acceso al expediente.
Asimismo, según la misma necropsia se afirma que se encontraron contusión y esquimosis irregular en la región occipital (nuca) y por arriba de las líneas superior e inferior de la región occipital así como múltiples contusiones y hematoma en la región frontal y parietal.
También se encontró puntilleo hemorrágico en ambos ojos y contusión en ambos pabellones auriculares; así como esquimosis en hombro izquierdo, hematoma en la médula espinal.
El cadáver presentaba también escoriaciones en piernas, en rodillas, lineales, pequeñas. Asimismo, el médico legal señaló que las lesiones internas, corresponden a lesiones externas.
Las lesiones son numerosas insistió el médico legal Wilbert Pantoja, quien aseguró que el cadáver no presentaba ninguna huella (surco) en el cuello que corroborara la versión oficial de asfixia por ahorcamiento.
Sin embargo, hasta ahora la Fiscalía General del Estado no ha dado a conocer ninguna versión oficial sobre ésta segunda necropsia.