Eduardo Lliteras Sentíes.- Ángel Alonzo Xacur ya no es el delegado del Infonavit en Yucatán. Es uno de los damnificados del proceso electoral que apenas empezó. Pero no será el único, seguramente, ya que al parecer Sisely Burgos, la ex delegada de la Profeco, tiraría la toalla para ser candidata a diputada federal por Morena.
En efecto. Desde hace semanas se sabía que Ángel Alonso Xacur había hecho su juego y manejado sus cartas por debajo de la mesa con la intención de ir por la alcaldía de Mérida. Es decir, es uno más de los ya incontables pre candidatos o suspirantes del Movimiento de Regeneración Nacional en Yucatán.
Eso sí. No se sabe bien qué pensaba don Ángel ya que al parecer no lo comunicó a su jefe, es decir, a Rogerio Castro, secretario general del Infonavit y hombre de todas las confianzas del presidente Andrés Manuel López Obrador, en Yucatán.
De tal manera, el ahora ex delegado se registró formalmente en Morena hace ya un par de semanas en lo oscurito y ahora está fuera del Infonavit. Y en su lugar despacha Jacinto Sosa.
Por lo pronto, falta ver quién quedará como candidato por Morena a la alcaldía ya que además de Ángel, también Oscar Brito Zapata, ex funcionario de la Conapesca en Yucatán, quiere ser alcalde de la joya de la corona.
Asimismo, Rafael Echazarreta, ya dijo que quiere ser alcalde por Morena aunque él no es militante y por ahí sigue el fuerte rumor de una imposición desde la Ciudad de México de la priista y rolandista, senadora del Partido Verde, Verónica Camino Farjat.
Se sabe que Ricardo Monreal es el principal artífice de dicha imposición desde el centro del país, muy al estilo del viejo y rancio priismo. Lamentablemente, nos dicen militantes de Morena en Yucatán, Mario Delgado, líder del partido que decían iba a renovar la vida política del país, escucha el mismo canto de sirenas y se aprestaría a ungir a Camino Farjat, mujer de todas las confianzas del ex gobernador priista, Rolando Zapata Bello, a quien la Unidad de Inteligencia Financiera que dirige el aguerrido Santiago Nieto, no parece seguirle la pista ni a su operador, Sergio Martín Vadillo Lora, ex jefe del Despacho del Gobernador y coordinador de la campaña electoral del PRI en Mérida en 2015.
Cabe señalar que Sergio Martín Vadillo Lora reemergió de las sombras -en las que se dice maneja el inmenso patrimonio que se llevaron él y su jefe que rondaría los mil millones de pesos al menos- luego de que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) clasificó como empresa fantasma a “A Moot Point, S.A. de C.V.” la que habría facturado más de cien millones de pesos al gobierno del Estado entre 2015 y la primera mitad de 2018, por lo menos, como señala una investigación del Diario de Yucatán rubricada por el periodista Ángel Noh Estrada.
“A Moot Point fue parte medular de la red fantasma del sexenio anterior, por la injerencia directa de Vadillo Lora mediante su cuñado y empleados del Ejecutivo que estaban al servicio de la compañía. Además de los indicios de desvíos, era claro el conflicto de intereses”, dice el reportaje.
Aquí la cuestión además, es que según morenistas yucatecos la campaña de Verónica Camino, discípula del ex secretario de Gobierno de Rolando Zapata, Víctor Caballero Durán, tendría el apoyo económico de las ricas arcas del ex gobernador priista, lo que haría imposible a cualquier otro candidato competir con ella.
Y claro, nos dicen, Monreal eso es precisamente lo que busca, recursos clandestinos para financiar una campaña, la de Morena en Mérida, que no se ve pueda levantar así como va. De hecho, Monreal es el principal operador de Verónica en Palacio Nacional, para acercarla al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Eso sí, sería importante que el señor Monreal desde el Senado cumpliera con las promesas y los preceptos del presidente y comenzara a indagar dónde quedó el sistema de espionaje comprado en Yucatán en la pasada administración estatal a la empresa italiana Hacking Team de forma clandestina y que nos aseguran sigue operando.