Redacción.- El cardenal y secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, ofreció una misa en la que pidió por la reconciliación de México México ayer domingo en la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México. Parolín señaló que México, como muchos otros países latinoamericanos, vive desde hace muchos años: la desigualdad social, la pobreza, la violencia del crimen organizado, la división por causas políticas, sociales y hasta religiosas, por lo que necesita “reconciliarse consigo mismo, de reencontrarse como hermanos, de perdonarse mutuamente, de unirse como sociedad superando la polarización”.
Se necesita “un México que sepa mirar su historia para no olvidar la gran riqueza de sus raíces y la herencia en los valores que han forjado su identidad a lo largo de muchas generaciones. Como creyentes, podemos afirmar que el encuentro con Jesucristo ha sido y sigue siendo el don más valioso y trascendente para los pueblos y las culturas de esta nación y del Continente Americano”.
Asimismo, hoy el presidente Andrés Manuel López Obrador tendrá un desayuno en Palacio Nacional con el secretario del Estado Vaticano, el cardenal Pietro Parolin. Se explicó que la reunión no será una visita oficial, sino un encuentro personal.
Como dimos a conocer durante el fin de semana, el sábado 19 de junio, el cardenal Pietro Parolin celebró la Santa Misa de ordenación episcopal de Monseñor Fermín Emilio Sosa Rodríguez, Nuncio Apostólico en Papúa Nueva Guinea, en el Santuario “Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción”, en Izamal, Yucatán.
En su homilía, el Secretario de Estado dijo que, Monseñor Fermín es un hijo de vuestra tierra y desde el año 2003 ha servido a la Santa Sede en las Nunciaturas de Papúa Nueva Guinea, Costa de Marfil, Burkina Faso, Estados Unidos de América, Canadá y Serbia. Ahora está aquí para recibir la ordenación episcopal y regresar, como Representante Pontificio, al mismo lugar de su primera misión. Profundamente arraigado en la Iglesia de Yucatán y en las tradiciones de su pueblo, el sí a la llamada del Señor lo ha conducido al servicio directo del Papa en cuatro continentes y hoy, nuevamente a su ciudad natal de Izamal, para esta gozosa celebración. Son las maravillas que obra el Señor, que suscitan en nosotros la alabanza y una profunda gratitud.