Redacción .- Se sabia del genocidio indígena en Canadá a manos de monjas y sacerdotes en escuelas católicas y de otras iglesias, pero las dimensiones que ha cobrado en los últimos días tras el descubrimiento de centenares de tumbas de niños ha desencadenado la furia entre la población indígena canadiense: cuatro iglesias católicas han sido quemadas durante el fin de semana, informan medios canadienses.
Unos 150.000 jóvenes indígenas, inuit y metis fueron sacados de sus comunidades y matriculados en las escuelas residenciales de Canadá, donde los estudiantes fueron abusados física y sexualmente por el personal religioso y laico que los despojó de su cultura e idioma. Hoy en día, se culpa a esas experiencias por una alta incidencia de pobreza, alcoholismo y violencia doméstica entre los sobrevivientes, así como por altas tasas de suicidio, en las comunidades indígenas de Canadá.
En efecto. 2 iglesias católicas romanas más construidas en tierras indígenas fueron incendiadas en el Día Nacional de los Pueblos Indígenas.
El último reporte señalaba 751 tumbas sin nombre halladas en el lugar donde funcionó la Escuela Residencial Indígena Marieval, un antiguo internado católico, en la provincia de Saskatchewan.
Hablamos de niños arrancados a sus padres como un programa gubernamental impuesto desde el cargo de primer ministro para destruir la cultura indígena y doblegar a los menores considerados inferiores por gobernantes e instituciones como la iglesia católica.
Entre 1863 y 1998, más de 150.000 niños indígenas fueron separados de sus familias y colocados en estas escuelas en todo Canadá como una política de Estado decidida por los gobiernos en turno. Una comisión creada en 2008 para documentar las dimensiones del daño entre las comunidades indígenas descubrió que un gran número de niños indígenas nunca habían regresado a sus comunidades de origen. Muchos murieron. Las escuelas, donde el abuso físico y sexual era desenfrenado, eran administradas por varias iglesias (entre éstas la católica) y financiadas por el gobierno federal canadiense. Justin Trudeau ha expresado su frustración porque el Papa Francisco se ha negado a ofrecer una disculpa por el papel de la iglesia católica en las escuelas residenciales. Según los registros históricos, los Misioneros Oblatos de María Inmaculada (católicos) dirigían la mitad de las escuelas residenciales de Canadá, incluida la de Kamloops, la más grande del país. Los oblatos se han negado hasta ahora a dar a conocer sus registros para ayudar a identificar los restos de niños encontrados.
El descubrimiento de 751 tumbas en Marieval tuvo lugar después del hallazgo de los restos de 215 niños en una escuela similar en Columbia Británica.
Dos iglesias católicas se incendiaron en comunidades indígenas en el oeste de Canadá la madrugada del sábado. Los incendios en la iglesia de St Ann y la iglesia de Chopaka comenzaron con una hora de diferencia en la Columbia Británica. Los oficiales dijeron que ambos edificios fueron completamente destruidos y que estaban tratando los incendios como "sospechosos", es decir, intencionales, señala la BBC. El lunes pasado, otras dos iglesias católicas en la provincia fueron destruidas en incendios, justo el día que Canadá conmemoraba el Día Nacional de los Pueblos Indígenas. "Las investigaciones sobre los incendios anteriores y estos dos nuevos están en curso sin arrestos ni cargos", dijo el sargento de la Real Policía Montada de Canadá, Jason Bayda. Asimismo, en medio de la exigencia de investigaciones serias sobre el paradero de miles de niños indígenas en Canadá, de la apertura de los expedientes que esconden las organizaciones católicas y de otras religiones sobre su paradero, se comienza a exigir que las iglesias paguen impuestos. Miles de iglesias en Canadá no pagan impuestos sobre la propiedad. La mayoría de ellos son grupos de autoservicio que no tienen un impacto positivo en la comunidad, señalan ciudadanos. Tiempo para cambiar. Las iglesias ya no son fundamentales para una comunidad, afirman. El alcalde de Iqaluit dijo que planea hacer una moción para eliminar una exención de impuestos sobre la tierra para las iglesias en la ciudad capital de Nunavut.