Redacción.- Pese el embargo y aseguramiento de los hoteles ubicados en la hacienda Mayaland -que Fernando Eugenio Barbachano vendió al empresario yucateco Rodolfo Rosas Moya- por los delitos de fraude y despojo, estos funcionan con normalidad, sin afectar a clientes y trabajadores del inmueble ubicado en Pisté, comisaría de Tinúm, explicaron a Infolliteras.com, los abogados que llevan el caso.
El pasado jueves 17 procedió la denuncia de los abogados de Rodolfo Rosas Moya, quien a través de un contrato de compraventa compró el complejo hotelero, aledaño a Chichén Itzá. Sin embargo, Fernando Barbachano, incumplió el contrato de compra-venta por lo que hoy se procedió al embargo de la propiedad.
En el lugar se llevaron a cabo diligencias judiciales penales y mercantiles, en las que se confrontaron despachos de abogados de Quintana Roo y Yucatán, dando inicio a un litigio entre Rodolfo Rosas Moya y Fernando Eugenio Barbachano.
El conflicto comenzó en 2020, cuando el propietario, Fernando Eugenio Barbachano vendió a Rosas Moya, el complejo hotelero Mayaland, por la cantidad de 10 millones de dólares. Sin embargo, como señalan los abogados de Rodolfo Rosas Moya, Fernando Eugenio Barbachano, eludió el último pago por 1.5 millones de dólares; rehusa aceptarlo, omite dar las cuentas, donde se tenía que realizar el depósito a pesar de que fue requerido notarialmente, y se esconde, dejando de recibir llamadas. Primero recibió 10 millones de pesos y posteriormente 4.5 millones de pesos así como una carta intención. Posteriormente debía recibir 1.5 millones de pesos pero ya no quiso formalizar la compra-venta. con artimañas, configurándose, además, la probable comisión de un delito. A raíz del incumplimiento se ordenó el aseguramiento del inmueble, el que sigue operando normalmente así como el otro complejo hotelero conformado por cabañas.
ABIERTOS AL PÚBLICO
Ayer se consumó el aseguramiento del complejo hotelero, conformado por dos hoteles, como señalamos. Asimismo, se hizo un reclamo por la vía mercantil (litigio que se ventila en juzgados de Mérida), por las cantidades que Barbachano recibió y por tanto exigibles, porque no quiso cumplir con la compra venta y entonces se emitió una orden de embargo: también ayer se embargaron las propiedades y por eso, el día de ayer se ejecutaron el embargo y el aseguramiento. Hablamos de la finca Mayaland, la que comprende dos complejos hoteleros los que están funcionando sin ningún problema, con turistas, nos señalaron los abogados del empresario Rosas Moya.
Como señalamos en nota anterior y según información publicada por la revista Forbes, el contrato de promesa de compraventa incluía una garantía de arras de 500 mil dólares, y un anticipo de 4.5 millones de dólares al momento de la firma y entrega de la posesión y operación del hotel. Los últimos dos pagos tendrían que ser transferidos a la cuenta bancaria que en forma posterior fuera designada por Barbachano.
El hotelero, según Forbes, tenía que ponerse de acuerdo con sus hijos copropietarios que viven en Estados Unidos, por ser parte de su patrimonio estipulado como herencia.
Por ende, en abril del 2021 Rosas Moya pagó a Eugenio Barbachano los primeros 4.5 millones de dólares y a cambio le fue entregada la posesión y operación del hotel Mayaland enclavado en el área de la zona arqueológica.
Sin embargo, cuando tocaba el último pago de 1.5 millones de dólares, Fernando Barbachano no mandó el número de la cuenta bancaria en donde debería realizarse el segundo pago, y corto toda comunicación con Rosas Moya, dejando de responder mensajes, correos y llamadas.
Posteriormente, para sorpresa de Rosas Moya, un día después de vencida la fecha, recibió llamada de Fernando Barbachano, quien le manifestó, que como no recibió el ultimo pago, el anticipo de 4.5 millones de dólares, lo aplicaría como pena y la operación de compraventa quedaba rescindida, explica Forbes.
Incluso, en ese mismo momento dio la instrucción a sus guardias de seguridad de que lo desalojaran del hotel, que ya se encontraba bajo al posesión y operación de Rodolfo Rosas Moya.
Esto originó que Rosas Moya acudiera a denunciar el ilícito ante las autoridades de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Quintana Roo, por el delito de fraude y despojo, y a requerir la devolución de su dinero por la vía mercantil.
Dicha denuncia penal, dice la revista Forbes, se desahogó mediante exhorto No. 18/2022, derivado de una carpeta de investigación realzada por la FGE de Quintana Roo, lugar donde se cometió el fraude y en la cual después de valorarse los hechos denunciados se ordenó el aseguramiento de la propiedad de la cual fue despojado Rosas Moya, así como también el embargo de la negociación mercantil y el inmueble ordenado por el juzgado segundo mercantil del primer departamento judicial de Mérida, con número de expediente 00877/2021 con el cual se finco una interventoría judicial de la propiedad del hotel Mayaland.
De acuerdo con la Fiscalía General del Estado de Yucatán, se realizó la diligencia, que consistió únicamente en la colocación de sellos en las inmediaciones del inmueble, sin impedir la entrada o salida de inquilinos, turistas o trabajadores.
En el transcurso de la noche, vía 911 se recibieron reportes de anomalías en el inmueble.
Como lo marca el protocolo, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública acudieron a verificar dichos reportes, encontrándose que el lugar en ese momento estaba en calma, según corroboró incluso quien se ostentó como el encargado de la seguridad de ese recinto.