Redacción / Educa Oaxaca AC.- El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que en su administración no se edificarán nuevas presas, proyectos que han generado decenas de conflictos sociales, y en consequencia asesinatos de defensores y desplazamientos de comunidades enteras. “No se puede hacer ninguna obra en contra de la voluntad de la gente”, comentó en Palacio Nacional. El titular del Ejecutivo indicó que el proyecto de La Parota, en Guerrero, “tiene oposición y no se va a construir esta presa”. Tampoco se construirán: el Paso de la reina, en Oaxaca, ni la de Boca del Cerro, en el cañón del Usumacinta. Lo único que se tiene proyectado es una ampliación en el Chicoasén. Expuso que no se harán nuevas presas porque se van a remodelar las turbinas de las presas para la generación de energía. El presidente respondió a un periodista que retomó en conferencia de prensa el caso de Marco Antonio Suástegui, vocero del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la presa La Parota (Cecop), quien fue liberado por esta administración al considerarlo preso político, denunció el acoso de integrantes de la Marina que intentaron ingresar a La Parota. Además prometió investigar la persecución de Suástegui, sobreviviente de tortura. Cabe mencionar que tanto el acueducto El Zapotillo (Jalisco) como el de Milpillas (Zacatecas) figuran entre los 147 proyectos de infraestructura que quiere desarrollar la inversión privada con apoyo gubernamental, pese a protestas sociales.
En un video en poder de CentralFM, en el que se aprecia que al menos una docena de elementos de la secretaría de Marina Armada de México a bordo de dos camionetas, realizaron un recorrido por los bienes comunales indígenas de Cacahuatepec, ubicados en la zona rural de Acapulco, Guerrero, en donde el gobierno foxista proyectaba dicha obra.
Fue el 9 de agosto de 2019 cuando los marinos, al mando del Teniente Santo, perteneciente al Batallón de Infantería 22, fue sorprendido dentro de los terrenos de los comuneros, sin ninguna orden judicial.
El paso del convoy de los marinos fue bloqueado por el principal opositor a la hidroeléctrica La Parota, Marco Antonio Suástegui, quien, por cierto, el 7 de julio de 2019, fue liberado por el gobierno de López Obrador al considerarlo un preso político del Estado Mexicano.
Con machete en mano, Suástegui reclamó a los marinos la violación a su propiedad sin autorización alguna y les recordó que él fue un preso político liberado de prisión por el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas.
Luego de golpear hasta en tres ocasiones el cofre de una de las camionetas de la Armada de México, el Teniente Santo desenfundó su arma de fuego y se quitó el chaleco antibalas para entregárselos a uno de sus subordinados e intentar calmar así al luchador social quien también tiró al suelo su machete.
En ese momento, el elemento de la secretaría de Marina admitió que se encontraban en el lugar para hacer “un reconocimiento sobre La Parota”.
“Nosotros sabemos que arriba hay un lugar que se llama La Parota y eso es lo que yo quiero conocer”, reconoció el marino, pero Suástegui reviró diciéndole que rompieron el alambrado de su propiedad.
El Teniente Santo, se justificó: “Casi se me muere un cabrón, hermano, casi se me muere un cabrón por tu alambre, imagínate, qué hubiese pasado…”
A pesar de haber sido liberado de la cárcel por ser considerado un preso político, Marco Antonio se quejó ante los marinos por considerar esta acción como un acto de intimidación a su lucha.
“¡Ya me metieron preso! ¡ya me torturaron! Ya fui a hablar con Andrés Manuel López Obrador. Ya fui a la secretaría de Gobernación. Yo tengo pláticas de paz y ¡por qué vienen a romper la paz aquí!
“¡No nos vamos a intimidar, no me voy a morir de parto y sé lo que es la cárcel y sé lo que es la muerte!”, exclamó Suástegui quien desde que se ha opuesto a la construcción de la hidroeléctrica de La Parota fue perseguido y encarcelado, primero en el Penal de Máxima Seguridad de Tepic, Nayarit y luego de ser puesto en libertad, fue encarcelado nuevamente en el penal de Tres Cruces en Acapulco, Guerrero, por el gobernador de esa entidad, Héctor Astudillo, a quien responsabiliza de cualquier cosa que pueda pasarle pues, dice, ha enderezado otra serie de órdenes de aprehensión en su contra.