Redacción.- Habitantes de la comisaría Cholul se muestran preocupados y frustrados por la permanente presencia de basura en el parque de la plaza, donde se instaló un recipiente para los desechos del parque que se ha convertido en un vertedero mal oliente y repleto con los desechos de los vecinos que allí depositan su basura. Otras calles padecen la presencia permanente de basura desde hace un año, al menos, como es el caso de la calle 27 por 20, donde un vecino deposita bolsas negras que la empresa SANA se niega a llevarse. Al final, la basura termina regada por toda la calle.
John Ehrenberg, promotor del arboretum –jardín botánico maya de Cholul– quien se ha propuesto rescatar la memoria botánica y culinaria de las comunidades mayas que lamentablemente se está perdiendo, comentó que esta mañana tocó reunirnos con desarrollo sustentable para concretar la tala del árbol muerto junto al cenote.
Tengo entendido que final y felizmente quitarán ese árbol tan peligroso cuyas gruesas ramas muertas penden sobre la calle y el parque. También dijo que aprovechó la reunión para llevar a la comitiva al área donde se hará el mural de arboretum, junto a un tiradero de basura que alguien tuvo a bien colocar con un cajón gigante para que el jardinero del parque depositara su basura ahí. Lo que ocurrió, lamentablemente, explicó, es que los vecinos que no quieren pagar por la recolección de la basura lo utilizan también como vertedero y nuestro comisario no cree poder hacer absolutamente nada al respecto.
Así que así se quedará ese cochinero para orgullo de la comisaría, señaló John quien lamentó que la comisaría de Cholul esté tan sucia contando con una iglesia colonial con frescos únicos, un cenote, un hermoso parque arbolado, un Arboretum de frutales mayas y zona arqueológica con juego de pelota en excavación y unas cavernas con hallazgos paleontológicos.
Es decir, todo un paquete turístico maravilloso, si no fuera por el tema de la basura en el glorioso parque y en otras calles de la comisaría como la mencionada 27.
Hoy, puntualizó, en la entrada lateral al recinto colonial desde la calle 23, hay un cajón gigante lleno de basura en descomposición; el hedor es insuperable, y la imagen indescriptible y la pregunta es: ¿quién se encarga de mantener un área así limpia evitando riesgos para la salud de la comunidad que representa tal foco de inmundicia ? No se sabe. Nadie asume la responsabilidad de este espacio público tan icónico y visible.