Redacción.- El actual jefe de la oficina de la Presidencia de México, Alfonso Romo Garza, fundó un megaproyecto en la Península de Yucatán, investigado por destruir sin autorización un cenote, un cuerpo de agua sagrado para la cultura maya. Así lo dice una investigación periodística resultado de la alianza entre CONNECTAS, y el International Center for Journalist en colaboración con Ruido en la Red, Aristegui Noticias, Proceso, Vice y Univisión Noticias.
La investigación afirma que Alfonso Romo, jefe de gabinete de López Obrador es también el fundador de Enerall, una empresa que provocó graves daños ecológicos en la selva de Yucatán.
Durante la expansión de Enerall también se destruyó un cenote, lo que se considera delito federal, pero a pesar de que se clausuró y se multó a la empresa la Profepa quitó la multa de manera irregular. Es decir, el crimen quedó impune, dice la investigación.
Afirma que Enerall se convirtió en la máxima explotadora de agua subterránea para uso agrícola del Acuífero de Yucatán –donde está la reserva de agua dulce más importante de México– cuyo nivel de disponibilidad anual ha bajado casi 50% en la última década.
Enerall consiguió acaparar casi 15 mil hectáreas de terreno y decenas de concesiones para ocupar hasta 16.8 millones de m3 de agua cada año, equivalente a llenar casi 17 veces el Estadio Azteca
Explica que para hacer fértil la tierra, Enerall insertó microorganismos en sus terrenos. “Lo que la naturaleza hace en 200 años, nosotros lo hacemos en uno”, dijo Romo en una conferencia mientras explicaba este proceso.
Asimismo la investigación afirma que los trabajos de Enerall también causaron deforestación en la selva y según denuncias que llegaron a la Profepa a los empleados les obligaron a matar venados y jabalíes para instalar un sistema de riego.
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