Redacción.- Mientras los casos de personas enfermas en Estados Unidos de COVID-19 llegaron a 20,000, el Washington Post dio a conocer en un artículo que las agencias de inteligencia estadounidenses advirtieron en los primeros meses del año en curso sobre los riesgos latentes de la evolución del brote del nuevo coronavirus y de la pandemia a la Casa Blanca y al Capitolio estadounidense.
Así lo dice el diario local The Washington Post el que afirma que dependencias de inteligencia le enviaron a la Casa Blanca y al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, diversos informes sobre el COVID-19 desde el reporte del surgimiento de los primeros casos en la ciudad china de Wuhan, conocida como el epicentro del contagio.
El tabloide, citando a funcionarios con conocimiento de los reportes de la inteligencia estadounidense, sostiene que tanto el mandatario estadounidenses como los legisladores de la potencia en ese entonces minimizaban la amenaza que suponía la propagación de la enfermedad a nivel mundial. Y minimizaban también que alcanzara las costas del país norteamericano y, por ende, se rehusaban a tomar acciones que podrían haber frenado su expansión.
Los informes, añade el texto del Washington Post, no predecían cuándo llegaría el virus a las costas de Estados Unidos ni recomendaban acciones particulares que debían tomar los funcionarios de salud pública, ya que eran asuntos fuera del alcance de las agencias de inteligencia, no obstante, sí rastreaba la propagación del patógeno en China, y luego en otros países vecinos del gigante asiático, y advertía que el Gobierno chino también parecía estar minimizando la severidad del brote.
Quienes han tenido acceso a los reportes de las agencias de inteligencia comparten la idea de que Trump tenía conocimiento de las proyecciones de una posible pandemia desde que se dio los primeros casos del contagio en cadena en Wuhan, al igual que la Cámara de Representantes y el Senado, y todos sin excepción, resalta el periódico, hicieron caso omiso a las posibles consecuencias de este padecimiento que ha frenado la economía y la vida de las grandes potencias del mundo.