Redacción.- Los científicos de la Universidad de Oxford dicen que podrían tener al menos un millón de dosis de una vacuna contra el coronavirus para septiembre de este año. El diario The New York Times, afirma que los “tests con chimpances en Estados Unidos muestran que la vacuna de Oxford podria funcionar en humanos” y que se podría probar en mayo.
Por lo pronto, la perspectiva del equipo de la Universidad de Oxford es tener ese trabajo concluido para septiembre y poder implementar la vacuna para aquellos que la necesitan, según dicen.
La vacuna del equipo de Oxford no es la única a nivel mundial. Hay 51 vacunas candidatas a ser registradas en la Organización Mundial de la Salud. Sin embargo, el enfoque de Oxford es uno de los pocos a nivel mundial que tienen más probabilidades de administrar una vacuna eficaz, en un marco de tiempo relevante, aseguran observadores.
Sin embargo, según la británica BBC, el gobierno del Reino Unido, que respalda el proyecto, dijo que “no había garantías” y que no era posible fijar una fecha para una vacuna.
Se espera que los primeros pacientes participen en los ensayos de Oxford la próxima semana.
Sin embargo, todavía es demasiado pronto para saber si será seguro o efectivo.
La mayoría de los expertos aún estiman que llevará entre 12 y 18 meses desarrollar y fabricar una vacuna.
Por lo general, lleva entre 10 y 15 años desarrollar una vacuna que funcione. Sin embargo, el equipo de la Universidad de Oxford que está desarrollando una vacuna Covid-19 afirma que podrían tener una lista para su uso general en septiembre.
Y hay algunas buenas razones para esperar que el increíble reclamo del equipo de Oxford sea creíble.
Primero, el enfoque que han tomado significa que no tienen que comenzar desde cero. Al igual que una compañía de automóviles que implementa un nuevo modelo basado en el chasis de uno existente, su vacuna Covid-19 se basa en un diseño que ya han utilizado para desarrollar vacunas funcionales contra la malaria, la tuberculosis y, lo que es más importante, un pariente cercano de Covid-19 llamado Síndrome Respiratorio del Medio Oriente (MERS).
Eso significa que, a menos que ocurra algo extraño con nuestra respuesta inmune al Covid-19, la vacuna debería ser eficaz.
En segundo lugar, debido a que la vacuna ha demostrado ser segura en otras enfermedades, es posible acelerar esta, por ejemplo, llevando a cabo las pruebas necesarias en animales casi en paralelo con las pruebas en humanos porque es poco probable que haya problemas de seguridad imprevistos.