Redacción.- Tras la muerte de otro ciudadano estadounidense de origen afroamericano bajo custodia policial en Minneapolis, la responsable de ONU Derechos Humanos asegura que los agentes que recurren al uso excesivo de la fuerza deben ser procesados y condenados por los delitos cometidos. También debe examinarse a fondo, reconocerse adecuadamente y abordarse el papel que juega en esas muertes la discriminación racial arraigada y generalizada. La ira va en aumento tras el asesinato de George Floyd en los Estados Unidos, afroamericano que se encontraba bajo custodia de la policía. Tras una segunda noche de furiosas protestas, una persona murió el jueves en Minneapolis.
La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, condenó este jueves el asesinato de George Floyd, un afroamericano cuya muerte se produjo el pasado bajo custodia policial. El fallecimiento fue grabado en vídeo y, tras su difusión en los medios de comunicación y en las redes sociales, ha provocado graves protestas en Minneapolis.
Como se observa en los vídeos en Twitter, el agente de policía estuvo más de 9 minutos clavando su rodilla sobre el cuello del detenido. Repite en varias ocasiones que no puede respirar. Finalmente perdió el conocimiento y murió.
“Este es el último de una larga lista de asesinatos de afroamericanos desarmados a manos de agentes de policía estadounidenses y miembros de las fuerzas públicas”, dijo Bachelet quien mostró su consternación por “tener que añadir el nombre de George Floyd al de Breonna Taylor, Eric Garner, Michael Brown y muchos otros afroamericanos desarmados que han muerto a manos de la policía durante los últimos años, así como personas como Ahmaud Arbery y Trayvon Martin que fueron asesinados por agentes públicos armados”.
Bachelet emplazó a las autoridades estadounidenses “a tomar medidas serias para detener los asesinatos” y que garanticen “que se imparta justicia cuando se produzcan”. Añadió que es necesario cambiar los procedimientos, establecerse sistemas de prevención y, sobre todo, que los agentes de policía que recurren al uso excesivo de la fuerza sean procesados y condenados por los delitos cometidos”.
Una acción que se repite en el tiempo
Pese a aplaudir la celeridad con que las autoridades federales anunciaron que se abrirá una investigación, advirtió que en el pasado se acabaron justificando asesinatos “por motivos cuestionables” o que se resolvieron “mediante medidas administrativas”.
“También debe examinarse a fondo, reconocerse adecuadamente y abordarse el papel que juega en esas muertes la discriminación racial arraigada y generalizada”, añadió
Las protestas deben ser pacíficas
Al mismo tiempo manifestó que comprendía la ira desatada por el asesinato de Floyd, e instó a los habitantes de Minneapolis y en otros rincones del país a protestar pacíficamente.
“La violencia y la destrucción de la propiedad no resolverán el problema de la brutalidad policial y la discriminación consagrada“, dijo. “Insto a los manifestantes que piden justicia a expresar sus demandas de manera pacífica, y exhorto a la policía a tener el máximo cuidado para no inflamar aún más la situación actual con un mayor uso de la fuerza excesiva”.
Según informaciones de prensa, el Departamento de Policía de la ciudad estadounidense de Minneapolis atribuye la muerte de Floyd el pasado lunes a un “incidente médico”.
Sin embargo, el alcalde de Minneapolis habla del vídeo que ha recorrido el mundo: un policía blanco aprieta con su rodilla el cuello de un detenido negro que suplica que no puede respirar y acaba muriendo: “Ser negro en Estados Unidos Unidos no debería ser una sentencia de muerte”.