Redacción.- En conferencia de prensa, el director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Chichén Itzá, Marco Antonio Santos Ramírez, afirmó que en los tres días que ha durado la protesta de los presuntos ejidatarios, artesanos, ambulantes y guías de turistas de Chichén Itzá, a la zona arqueológica han dejado de acudir cerca de 21 mil turistas. Los grupos que protestan cerraron las carreteras pero la zona arqueológica está abierta. El conflicto detonó, según el director de la zona arqueológica, por la intención de las dos lideresas de los ambulantes y de un comisariado ejidal, de abrir un nuevo estacionamiento, y cobrar, dentro de la zona arqueológica. Santos Ramírez señaló que las lideresas de los ambulantes cobran por los puestos colocados dentro de Chichén Itzá y que inclusive se ha detectado la venta de droga. El problema, afirmó, se ha convertido en un asunto político, aseguró, sin mencionar nombres o partidos, aunque también él señalado de corrupción y de cobrar por debajo del agua por permitir, por ejemplo, el ingreso de turistas extranjeros para observar el amanecer. Las organizaciones exigen renuncie y se vaya, lo acusan de corrupto y de discriminación, lo que él niega.
ENTREVISTA CON DIRECTOR DE LA ZONA ARQUEOLÓGICA DEL INAH
Marco Antonio Santos Ramírez remarcó que del lunes 2, al miércoles 4, sólo se recibieron 200 visitantes, cuando el promedio diario de arribo a la zona arqueológica es de siete mil paseantes, ya que los manifestantes les niegan el acceso carretero, aun cuando turistas reportan que no han podido entrar ni a la zona arqueológica ya que los empleados del INAH también les han negado el acceso.
Refutó todas las denuncias que hay en su contra, y aclaró que todas las fotos y videos tienen una explicación sólida, además que el acceso a El Castillo y otros edificios está restringido más no prohibido.
Reconoció que piden su destitución, pero les aclaró “me puedo ir mañana, ya que tengo un cargo público, pero los que vienen harán las mismas acciones”.
“Son difamaciones y calumnias hechas en mi contra por hacer bien las cosas, por llevar un control total del sitio, por salvaguardar el patrimonio cultura y por impedir que la problemática siga en aumento”, acotó.
Por ende, los manifestantes pretenden obtener dinero fácil sin importarles el daño al patrimonio cultural, y al restringirles todas sus acciones optan por efectuar una protesta, con el cierre de una carretera.
Incluso, señaló que fue fallida la toma del Centro INAH-Yucatán por parte de los ejidatarios, ya que sólo acudieron cuatro de los manifestantes, quienes de manera inmediata optaron por retirarse.
El entrevistado recordó que cuando tomó posesión del cargo director de la zona arqueológica, en 2014, “me percaté que el caso de los artesanos y vendedores es una gran y añeja problemática”, situación que logró controlar al efectuar un censo y acreditar a los 674 responsables de los puestos de titulares”.
Numerosas las anomalías que cometen, y ejemplificó el acoso al turista con tal de que les compren sus productos, la mayoría de ellos son souvenirs, y muy poca artesanía.
Santos Ramírez aseveró que a dos de ellos se les detectó consumiendo drogas en el sitio, por lo que se les impidió el acceso, además que puso operativos para evitar la venta de estupefacientes en la zona arqueológica, ante las numerosas denuncias que hay por parte de los visitantes, a quienes les ofrecen diversos tipos de drogas.
Advirtió que no tolerará el trabajo infantil en la ciudad prehispánica, como era la costumbre de los hoy inconformes, ya que utilizaban a los niños como enganchadores y acosadores de turistas.
Finalmente, en cuanto a los guías de turistas, expresó que en un principio eran 150, distribuidos en dos agrupaciones, pero recientemente aumentó de manera exponencial su número, estos últimos se instalan en las afueras con tal de captar a grupos de paseantes.