Redacción / Comunicado Halls Intelligence.- Aunque puede que siempre hayan existido las relaciones entre hombres maduros y mujeres jóvenes, fue la popularización del término “sugar daddy” lo que contribuyó a que este se convirtiera en un tema cotidiano. Este no es sólo un tema polémico por cuestiones morales y legales, puesto que también puede convertirse en un problema de seguridad informática relevante, afirman expertos de un curso de hacking.
Recientemente se detectó una nueva estafa de Instagram en la que los defraudadores se hacen pasar por adultos maduros para ganarse la confianza de jóvenes usuarios en la red social (principalmente jovencitas) con fines malintencionados.
Todo comienza cuando la usuaria objetivo recibe un Mensaje Directo (DM) aparentemente inofensivo en Instagram. Si el mensaje, supuestamente proveniente de un hombre maduro, es aceptado, los estafadores pueden comenzar a interactuar con las víctimas hasta ganarse su confianza, mencionan los expertos de un curso de hacking. A lo largo de las conversaciones, los estafadores dan a entender a la víctima que son ricos o incluso millonarios, lo que podría resultar atractivo para cualquiera.
De forma discreta, el estafador comienza a obtener información de las víctimas, especialmente sobre su estatus financiero. Cuando las víctimas hablan sobre sus deudas, los estafadores se ofrecen a pagar sus tarjetas de crédito, solicitando los datos bancarios de la víctima para después realizar una transferencia empleando una cuenta fraudulenta.
Es aquí donde todo se pone raro, pues los estafadores piden a las víctimas que compren tarjetas de regalo en diversas plataformas (Google Play Store, iTunes, entre otras). Las víctimas, que creen que sus deudas han sido saldadas, acceden a las peticiones de los estafadores y les envían las tarjetas de regalo.
Después de vaciar las tarjetas de regalo, los estafadores desaparecen sin dejar rastro. Para empeorar las cosas, los bancos no demoran demasiado en detectar que las deudas fueron pagadas empleando una cuenta fraudulenta, por lo que la operación es cancelada. Al final, las víctimas se quedan con su deuda original y sin el dinero invertido en las tarjetas de regalo enviadas a los estafadores, mencionan los expertos del curso de hacking.
La historia del sugar daddy es sólo una variante de una estafa muy popular; en ejemplos menos elaborados, los estafadores simplemente elijen usuarios al azar y les solicitan sus datos bancarios para ofrecer supuestas transacciones bancarias a cambio de recargas telefónicas, tarjetas de regalo o incluso otras transacciones por montos menores.
Estos fraudes son muy comunes y por desgracia no hay forma de evitar que los criminales habiliten cuentas en redes sociales con fines maliciosos, por lo que solo queda que los usuarios tengan en cuenta algunos consejos de seguridad:
Ignorar los DM de usuarios desconocidos, sin fotos de perfil o sin publicaciones recientes
Si un usuario desconocido trata de contactarle y le pide interactuar por otras vías, rechace la invitación
Habilite la protección de su cuenta de Instagram en el menú Configuraciones
Lo más importante, nunca comparta sus datos bancarios con desconocidos
Para mayores informes sobre vulnerabilidades, exploits, variantes de malware y riesgos de seguridad informática, se recomienda ingresar al sitio web Hals Intelligence.