Redacción.- Mia Khalifa la conocida “influencer” cuyos vídeos porno circulan por las redes luego de que trabajó tres meses en la industria porno -cuando tenía 21 años-. Khalifa exigió que fueran borrados los vídeos de una de las plataformas de la industria pornográfica más conocidas. A través de una publicación en Instagram, la exestrella del cine porno confirmó que la petición superó el millón de firmas. Mia grabó 11 películas porno en un periodo de tres meses, en 2014. Pese a que dejó la industria pornográfica ese mismo año, actualmente sigue siendo una de las actrices más buscadas en las páginas pornográficas.
“Los hombres que ahora me gritan son los mismos que clickean mis videos. Pero que se vayan a la m…, porque esta noche más de UN MILLÓN de personas firmaron el reclamo para que me devuelva mi dominio B*ngBros y que frenen la constante republicación de los videos que me persigue hace seis años”, comentó Khalifa.
Sus nuevas declaraciones no dejaron indiferente a nadie y rápidamente se comenzó a viralizar una campaña llamada “Justice For Mia Khalifa” (Justicia para Mia Khalifa) en redes sociales.
A través de la plataforma Change.org, se ha hecho un llamado a firmar una petición para que la joven recupere el dominio de su cuenta y para que se eliminen sus videos de las plataformas.
El reclamo de Khalifa se hizo viral luego de la modelo contara en sus redes un episodio que vivió con uno de los ejecutivos de Bang Bros. La joven —quien ahora es comentarista deportiva— se refirió nuevamente a los malos tratos que recibió por parte de la compañía BangBros, relatando una cruda anécdota con un fotógrafo. Ese hecho fue determinante para que abandonara el mundo del porno. Según la actriz, fue engañada por el ejecutivo de la compañía Jordan Sibbs, que le hizo creer que las imágenes que le estaban por tomar eran para la revista Vogue.
Khalifa precisó que esa imágenes terminaron publicadas en un dominio web con su nombre, usado por Bang Bros sin su consentimiento para subir material pornográfico que ella había grabado. “Nunca me vieron como un ser humano, con un alma y un futuro. Me traficaron por medio de las manos de ese hombre, sin ningún tipo de supervisión o seguridad. No pagué por esa audición. No fui informada para qué se iba a usar. No tuve el control”, comentó.