Redacción- La voluntad de que exista cooperación e intercambio de información entre ciudades, además de
establecer redes para aprovechar experiencias y salir adelante ante la pandemia que hoy se vive fueron algunas reflexiones que surgieron durante el Conversatorio “La cultura de la cosa”, en el que participaron
funcionarios culturales de México, España, Argentina y Colombia.
El conversatorio fue un espacio informal para platicar sobre la cultura y el comportamiento social que se ha vivido a raíz de la presencia del Covid-19, las industrias culturales como zonas vulnerables, los protocolos emprendidos y la creación cooperativa entre ciudades para aprovechar las mejores experiencias. Como conductor y moderar fungió
Omar Rincón, director de Fes Media Latinoamérica y profesor de la Universidad de los Andes, Colombia. El conversatorio se transmitió vía Facebook Live a través de Mérida es Cultura.
El director de Cultura del Ayuntamiento, Irving Berlín Villafaña, uno de los invitados al conversatorio, expuso que la cooperación cultural entre las ciudades tiene que ser una pasión que nos potencie ante el momento que hoy se vive.
—Para lograr la colaboración entre las ciudades necesitamos claridad para hacer proyectos dialogales y presupuestales, recurrir a instancias tecnológicas como mecanismos de ahorro y al mismo tiempo generar conocimiento nuevo, así como buscar zonas específicas de peligro donde podamos compartir experiencias —expresó.
Destacó que Mérida es una ciudad con gran riqueza cultura, gastronomía, identidad, solidaria, donde se trabaja en políticas culturales emergentes día a día que impacten de manera directa ante los problemas que se enfrenta la cultura, el arte y la economía.
Citó como ejemplo el programa emergente “Arte en Casa”, que promovió el alcalde Renán Barrera Concha, para apoyar a los artistas. Habló también de la necesidad de crear proyectos para defender la identidad de las industrias culturales, los mercados y la cultura popular.
Lucrecia Cardoso, Secretaria de Desarrollo Cultural del Ministerio de Cultura de la Nación de Argentina, afirmó que la pandemia desnudó muchas situaciones, como la informalidad de los actores culturales, la precariedad y el trabajo virtual al cual no estaban familiarizados muchos trabajadores de la cultura.
Las condiciones de aislamiento nos llevan a reflexionar otra manera los espacios que habitamos, como el virtual, la posibilidad del encuentro es la que nos llevará a encontrar soluciones compartidas y potenciar
nuestra producción a nivel cultural, añadió.
Comentó que el espacio digital no sólo permite acceder a bienes culturales sino a derechos básicos. También dijo que las acciones culturales continúan de manera digital en Argentina, la promoción a través de los Mercados Interculturales, becas para que los trabajadores puedan seguir creando y la vida de los centros culturales no se apague.
Sobre la experiencia que se vive en Bogotá en estos tiempos, Andrés García Larota, Director de Arte y Ciencia, afirmó que “la cosa” está exigiendo otro tipo de relaciones, “que nos encontremos desde un intimismo frente a unas relaciones sociales”. Tampoco hay que dejar de lado el laboratorio de la calle, la realidad virtual, acortar la brecha virtual y otro tipo de experiencias.
También habló del rol del estado y la inversión que se ha generado en materia de sostenibilidad, residencias de intercambio en apoyo a la comunidad artística y becas de creación enfocadas a los sectores más vulnerables, como las artes escénicas.
Oscar Carrascosa, director de C2C, Proyectos Culturales (empresa producción de arte universal), recordó que en España la pandemia llegó mucho antes que en América Latina, lo que obligó el cierre temprano de teatros, conciertos y espectáculos.
En Málaga, donde laboró como Director de Cultura del Ayuntamiento, están trabajando en la reactivación de la economía de la zona, incluso se están regalando entradas para que se pueda visitar los museos, pues
estos espacios son considerados elementos activos.
Indicó que en muchos lugares se entiende que la cultura no es un bien más, no es un lujo o algo superfluo y no hay que suplirla cuando hay una carestía ya que es la manera de salvar la economía.
Agregó que es necesario trabajar en la voluntad de cooperación entre ciudades, en el municipalismo, pues a partir de la identidad y lo local, así como la formación de redes, se encontrarán soluciones al momento que
se vive.