Redacción.- Sentado frente al juez, el general de cuatro estrellas Salvador Cienfuegos, ex secretario de la Defensa Nacional con el presidente Enrique Peña Nieto deberá responder por las acusaciones de haber recibido sobornos a cambio de informar y apoyar al cártel H-2 para que pudiera “operar con impunidad en México” y “traficara miles de kilogramos de cocaína, heroína, metanfetamina y marihuana a Estados Unidos, incluyendo Nueva York”.
Habría suficientes pruebas contra Cienfuegos y sus cómplices: intercepciones de miles de mensajes por Black Barry. Los mensajes enviados durante su gestión al frente de la Sedena revelan que su misión no fue proteger la seguridad nacional sino al Cartel H-2. Hay numerosas comunicaciones directas entre Cienfuegos y un alto líder del H-2.
Mientras se afirma que Cienfuegos es representado por abogados que cobran la friolera de 800 a mil dólares por hora se dice que la Fiscalía de Nueva York tiene “miles” de mensajes, como pruebas contra el General Cienfuegos, que muestran cómo, a cambio de sobornos, ayudó al cártel H-2 a “operar con impunidad en México”.
Cienfuegos es acusado en Estados Unidos de haberse asegurado “de que no hubiera operativos militares contra el Cártel H-2”, lanzó “operaciones militares contra otras organizaciones de tráfico de drogas”, ubicó “transporte marítimo para cargamentos de droga”, actuó para “expandir el territorio controlado por el Cártel H-2 hacia Mazatlán y el resto de Sinaloa”, e introdujo “los líderes del Cártel H-2 a otros funcionarios del gobierno mexicano dispuestos a ayudar a cambio de sobornos”.
Asimismo, se afirma que “el cártel H-2 traficaba con cientos de armas de fuego letales y cometió innumerables actos de violencia horrible, incluida la tortura y el asesinato, para protegerse de los desafíos de las organizaciones rivales de narcotráfico, luchar por el territorio y silenciar a quienes cooperarían con la ley”.
La detención del ex secretario de la Defensa priista abre la puerta a que se descubra la red que tejió en las fuerzas armadas, incluidas complicidades con hombres políticos. Llama la atención cómo de inmediato el priista y actual senador, Eruviel Ávila, salió en defensa del exsecretario de la SEDENA por citar uno.
El ex gobernador priista Eruviel Ávila afirmó: “Yo quiero expresar en este foro, en este momento, mi respeto a mi general Cienfuegos. Es un hombre probo, es un hombre que merece todo nuestro respeto y hago votos para que en el país vecino se le respete el debido proceso y se haga respetar, también la presunción de inocencia”, dijo el exgobernador del Estado de México.
Eentre las acusaciones se afirma que el cártel H-2 sobornó a funcionarios públicos, incluidos a Salvador Cienfuegos, mientras era un funcionario mexicano de alto rango, como un medio y método para lograr los objetivos de su empresa de tráfico de drogas.
El presidente López Obrador afirmó por su parte que la detención del General Cienfuegos ayuda a comprender la importancia de la consulta para enjuiciar a los expresidentes: “…en el caso de que la gente diga que se inicien estos procesos de investigación (…) que no haya impunidad”.
El presidente afirmó que -igual como en el caso de Genaro García Luna-, si hay elementos del ejército vinculados a Cienfuegos, serán suspendidos. Y si ese el caso, puestos a disposición de las autoridades competentes.
El documento original de la fiscalía de Estados Unidos que acusa al general Salvador Cienfuegos de proteger al H2, vinculado a los Beltrán Leyva, uno de los grupos más violentos del crimen organizado mexicano: