Redacción / Didier Madera.- En Yucatán, durante un cuatrienio, fueron 141 las mujeres que optaron por quitarse la vida, de las cuales, la mitad de los casos se registraron en Mérida, y el resto, en 32 municipios de la entidad, reveló la Secretaría de Salud de Yucatán (SSY).
Asimismo, informó que tan sólo en el 85 por ciento de los casos fue por la vía del ahorcamiento, y el método menos empleado fue el uso de armas de fuego.
De acuerdo con los datos proporcionada por la subdirección de Salud Mental de la SSY, a través del Instituto Estatal Acceso a la Información Pública, de 2016 a 2019, en el Estado fueron 141 las mujeres que se suicidaron.
Tan sólo en 2016 fueron 15 las féminas que decidieron salir por la puerta falsa, en 2017 la fueron 40, cifra similar en 2018 y en 2019 fueron 46, la más alta del cuatrienio.
Los estudios epidemiológicos indican que las mujeres se deprimen más por el factor hormonal, porque se tiene dependencia emocional sobre su sistema nervioso.
Incluso, cuando se encuentran en su fase estrogénica se dice que tiene más actividad en el sistema nervioso y más facilidad de transmisión de ideas de juicio, de autocrítica, etcétera.
En general, el suicidio es multifactorial, al influir diversas circunstancias como lo emocional, psicológico, adicciones, violencia, desempleo, marginación, la televisión y los videojuegos, en especial, aquellos de tipo destructivo, entre otros.
Otros factores que también influyen es el aspecto económico, como el desempleo, marginación, la carestía así como problemas de aspecto legal, etc.
Las adicciones son una nefasta combinación con la depresión, ya que incita a la persona a salir por la puerta falsa, en especial, el alcohol.
El problema se torna más grave cuando son los menores de edad quienes deciden quitarse la vida, y ese factor negativo deja mucho que desear.
Al menos en Yucatán, son más las mujeres planear quitarse la vida, pero son más los hombres quienes logran su cometido.
El subdirector de Salud Mental de la SSY, Arsenio Rosado Franco, actualmente, es mayor el número de personas del medio rural quienes optan por salir por la puerta falsa en comparación con los habitantes de las zonas urbanas
Expresó que el hogar fue el sitio ideal para siete de cada 10 suicidas, y la manera más recurrente es por medio del ahorcamiento, seguido del envenenamiento, el uso de armas blancas y de fuego, entre otros.
En cuanto al método, en el lapso de cuatro años, fueron 120 las mujeres que se ahorcaron, el 85.1 por ciento, es decir, la técnica ya no es exclusivamente de hombres.
El segundo método de mayor frecuencia es el envenenamiento, con 15 féminas, el 10.6 por ciento, con seis casos en 2018 y en 2019, así como dos en 2017, y el restante, en 2016.
La sobredosis con medicamentos es el tercer método, con cuatro incidentes, tres de los cuales ocurrieron en 2017, y el restante en 2019. Incluso, los dos únicos casos de uso de armas de fuego se dieron en 2017.
El ex director del Hospital Psiquiátrico “Yucatán” resaltó que “la depresión es un problema del cual nadie se escapa, pues al menos en el país, uno de cada 10 mexicanos es afectado, en un lapso no mayor de un año, problema que también afecta a Yucatán”.
Añadió que la depresión crece aceleradamente en el país sin respetar edad, género ni posición socioeconómica y lo peor de todo, al carecer de una atención adecuada se complica con la aparición de otros padecimientos.
Asimismo, los trastornos psicosomáticos afectan de manera importante el estado de salud de las personas, ya que el estrés desencadena diversas patologías, como la obesidad, asma, úlcera gástrica, hipertensión arterial, y reacciones dérmicas, entre otras.
Aunque en Yucatán, estos padecimientos no superan el promedio nacional se considera grave, principalmente, la depresión, ante el alto índice de personas que tienden a quitarse la vida.
Expresó que a nivel regional, Yucatán es líder en la incidencia de depresión así como de suicidios fallidos y logrados.
Durante el lapso de cuatro años, el suicidio femenil se registró en 32 municipios, de los cuales, tan sólo en Mérida fueron 71 mujeres las que optaron por la mortal lesión auto infligida intencionalmente, el 50.4 por ciento.
En segundo lugar está Kanasín, con 16 casos, el 11.3 por ciento, seguido de Progreso, con siete, el cinco porcentual.
Asimismo, en Maxcanú y Tecoh fueron cuatro mujeres las que tomaron fatal decisión, el 2.8 por ciento, cada uno, y con tres, en Ticul, Tizimín y Valladolid, respectivamente.
Mientras que con casos de mujeres con conducta de autoeliminación está Acanceh, Hununcmá, Opichén, Tekax y Umán.
El resto de casos de mujeres con conducta de autodaño se distribuyeron en Akil, Chichimilá, Conkal, Cuncunul, Dzemul, Halachó, Ixil, Kinchil, Maní, Motul, Oxkutzcab, Peto, Río Lagartos, Suma, Tekax, Temax, Temozón, Tinum y Tzucacab.
Finalmente, Rosado Franco advirtió que “el paciente suicida deja una estela de avisos”, y en el caso de los menores de edad están los cambios bruscos de conducta, es decir, están más retraídos, juegan más de lo acostumbrado, hay un decremento en el aprovechamiento escolar, el alejamiento al deporte, y el cambio de amistades, entre otros síntomas.
Mientras que con los adultos, destaca el lenguaje de descontento, pues prevalece la tristeza, el desánimo, hay un mayor consumo de alcohol, e incluso, hay quienes optan por poner todo en orden para “no dejar problemas a sus familiares”, hacen sus testamentos, e incluso, hasta eligen la cripta donde quieren “descansar”.