Redacción.- Monjas de la “Congregación de las Hermanas del Divino Redentor” (Niederbronner Sisters ) de la ciudad de Speyer llevaron a niños para que fueran abusados sexualmente por sacerdotes y políticos. Así lo narró un sobreviviente a un tribunal alemán, según publicaron medios alemanes.
Esta última revelación terrible salió a la luz después de que una víctima presentara un caso para reclamar una indemnización a la Iglesia católica, lo que llevó al Tribunal de Bienestar Social de Darmstadt a investigar.
Aunque el tribunal se pronunció sobre el caso en mayo de este año, no se hizo público hasta ahora, dice la agencia de noticias alemana DW.
DW señala que las agencias de noticias EPD (protestante) y la agencia de noticias católica KNA obtuvieron copias de la decisión de la corte, que detallaba las denuncias de los abusos horribles que los niños sufrieron a manos de miembros del clero en las décadas de 1960 y 1970.
Su testimonio explosivo es el último escándalo de abuso que ha sacudido a la Iglesia católica alemana, ya golpeada profundamente en su credibilidad por las violaciones sexuales perpetradas por curas. Es decir, por los abusos de sacerdotes pederastas.
Las monjas llevaban a niños de hasta 5 años a fiestas sexuales y dejaban que también los sacerdotes los violaran, señalan los reportes informativos citados que a su vez citan documentos del tribunal.
Las monjas fueron clave para ayudar en el abuso, llevando regularmente a niños y niñas a sacerdotes depredadores sexuales e incluso recibían dinero para hacerlo, testificó una víctima en la corte.
El jueves, el obispo de Speyer, Karl-Heinz Wiesemann, hizo públicas las acusaciones de abuso por primera vez en una entrevista con la revista católica Der Pilger. Dijo que se habían presentado “varias” acusaciones de abuso.
ABUSOS CON NIÑOS HUÉRFANOS
El repugnante abuso se llevó a cabo contra los niños en una casa hogar en la ciudad alemana de Speyer. Una de las víctimas dijo que fue violado por tres sacerdotes al mismo tiempo.
El testigo y víctima declaró que el ex vicario general y abogado jefe de la diócesis de Speyer, el prelado Rudolf Motzenbäcker, había abusado sexualmente de él en muchas ocasiones y había organizado sistemáticamente el abuso de niños en la casa hogar infantil de Speyer. Hubo fiestas sexuales y violaciones en grupo por parte de sacerdotes, acusó.
Las retorcidas monjas que dirigían dicha casa de niños sacaban a los menores para entregárselos a los sacerdotes, según una víctima.
El hombre de 63 años sufrió “abusos constantes” en el hogar de la ciudad alemana de Speyer entre 1963-1972, según narró en el Tribunal de Bienestar Social de Darmstadt.
Dijo que lo obligaron a ir a fiestas sexuales y lo llevaron a la casa de un obispo, Rudolf Motzenbaecker, donde los niños fueron golpeados y violados, informan los medios citados.
El entonces niño sufrió horribles abusos desde los cinco años.
Otras tres víctimas hicieron acusaciones contra Motzenbaecker, quien murió en 1998.
El testimonio de la víctima en la corte dice: “Había una sala donde las monjas servían bebidas y comida a los hombres y en la otra esquina violaron a los niños”.
Durante los 10 años que vivió en la casa hogar de niños, supuestamente las monjas lo llevaban al apartamento del cura una o dos veces al mes para ser abusado.
El hombre calculó que lo habían agredido unas 1.000 veces.
También se alegó que Motzenbäcker había organizado las llamadas “fiestas sexuales” que tenían lugar cada tres o cuatro meses en las que participaban varios miembros del clero y políticos.
También se afirma que hubo un caso de una niña que resultó embarazada y después fue colgada.
Sin embargo, “más allá de los informes del interesado (el testigo y víctima) hasta el día de hoy no existen pruebas” dice el diario alemán Frantfurter Allgemeine.
Sin embargo, el mismo diario señala que las hermanas Niederbronn no solo estuvieron activas en Speyer en los años sesenta y setenta, sino también en un hogar infantil en Oberammergau apoyado por la ciudad de Munich, donde también hay denuncias de abuso.
La ciudad ha estado tratando de promover la educación desde 2009. El departamento social de la ciudad de Munich dijo recientemente que la orden “desafortunadamente no” había participado activamente en una reevaluación en el pasado. Es decir, en una autocrítica sobre las denuncias de abusos sexuales y la complicidad de las monjas.