Redacción.- El fracaso de la Organización Mundial de la Salud para investigar objetivamente los orígenes del COVID-19 muestra que no existe una institución global capaz de explorar la aparición de pandemias, afirma Gary Ruskin, del grupo estadounidense Right to Know (Derecho a Saber)
Como se ha informado en días pasados un equipo internacional de científicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que trabaja con expertos en China, ha estado investigando cómo comenzó la pandemia de COVID-19.
Sin embargo, la investigación ha sido criticada por inclinarse ante China, en particular cuando se trata del Instituto de Virología de Wuhan, que no abrió sus libros a los investigadores, señala Sky News.
Recientemente, el jefe de la Organización Mundial de la Salud tuvo que negar los informes que los investigadores descartaron la teoría de que el COVID-19 se originó en un laboratorio en Wuhan.
En una rueda de prensa el viernes, el director general, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo: “Se han planteado algunas preguntas sobre si se han descartado algunas hipótesis”.
“Habiendo hablado con algunos miembros del equipo, deseo confirmar que todas las hipótesis siguen abiertas y requieren un mayor análisis y estudio”.
En una entrevista de Ruskin con Sky News, dijo que su organización el Derecho a Saber de Estados Unidos ha estado investigando a algunos de los investigadores.
Dijo que algunos han estado impulsando la idea de que COVID-19 se originó después de que el virus saltó de una “especie huésped intermediaria” a los humanos mucho antes de que esa teoría fuera probada rigurosamente.
“Es evidente que no tenemos una forma internacional de investigar estos terribles brotes de enfermedades pandémicas”, dijo Ruskin.
“Estamos en medio de una crisis institucional internacional y, francamente, tenemos que hacerlo mejor”.