Redacción / Didier Madera.- En Chichén Itzá registraron un nuevo hallazgo arqueoastronómico: el descenso de la serpiente lunar en El Castillo, durante el solsticio de verano, anunciaron los codescubridores Eddie Salazar Gamboa y Antonio Keb Cetina.
Aunque por vez primera se observó el suceso en 2018, se tuvo que esperar dos años para confirmar si realmente ocurría el fenómeno lunar solsticial.
Recordó que el 5 de abril de 1993 fue el codescubrimiento del descenso de Kukulcán Lunar, hallazgo conjunto entre el investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Víctor Segovia Pinto, y el académico del Instituto Tecnológico de Mérida (ITM), Salazar Gamboa.
Ambos coincidieron que se trataba de la primera luna llena después del equinoccio de primavera, la cual, también marca la Semana Santa y las fiestas movibles del actual calendario.
Desafortunadamente, falleció Segovia Pinto, pero Salazar Gamboa continuó con su investigación en arqueoastronomía, por lo que en septiembre de 1999 constató que el héroe deificado también repta en Templo de Kukulcán durante la Luna llena del equinoccio de otoño.
“Ahora, de manera fortuita se halló el fenómeno arqueoastronómico lunar con el solsticio de verano”, expresó al manifestar que hace dos años calculó la posibilidad, pero Keb Cetina, quien es custodio del INAH, fue quien lo presenció y tomó la primera evidencia de este descubrimiento.
El fenómeno ocurrió en la madrugada del 22 de junio de 2018, y el solsticio de verano ocurrió un día antes, a las 0:07 horas, tiempo de Yucatán.
En esta ocasión, se observó el pasado domingo 20, en el décimo día lunar, pues el jueves 10 Selene estaba en su fase de nueva o novilunio, por lo que estaba 72 por ciento iluminada.
“Se sale del esquema de serpiente lunar, pues en los equinoccios, el satélite natural terrestre está en su fase de llena o plenilunio, pero en esta ocasión, fue del 72 porcentual”, acotó.
Descartó que hoy, o en los próximos días se observe el descenso de Kukulcán lunar solsticial, ya que “es un fenómeno fino y delicado, pues a diario la Luna se mueve 13 grados”.
Incluso tiene un ciclo que no es anual, tal como ocurre con la primavera y el otoño, “la secuencia es diferente dada las características propias del movimiento de la Luna”, subrayó.
Cuestionado si el fenómeno lugar se podría observar cada mes, indicó que es muy difícil que así suceda, de todos modos, en diciembre próximo se verificará la existencia del descenso de Kukulcán Lunar en el solsticio de invierno.