Redacción. / Foto: NOAA- Científicos estadounidenses apoyados por la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica) anunciaron que la "zona muerta" del Golfo de México de este año, tiene el tamaño de la ciudad Pekín, es decir se trata de un área con poco o ningún oxígeno que puede matar peces y vida marina y que mide aproximadamente 6,334 millas cuadradas, o el equivalente a más de cuatro millones de acres de hábitat donde no pueden vivir peces y especies que habitan en el fondo. Cada año, el exceso de nutrientes orgánicos de las ciudades -aguas negras-, contaminación proveniente de granjas y otras fuentes en las cuencas hidrográficas de las tierras altas de los Estados Unidos drenan hacia el Golfo y estimulan el crecimiento de algas durante la primavera y el verano. Las algas finalmente mueren, se hunden y se descomponen. A lo largo de este proceso, las bacterias que consumen oxígeno descomponen las algas. Los bajos niveles de oxígeno resultantes cerca del fondo son insuficientes para sustentar la mayor parte de la vida marina, lo que provoca que sea inhabitable dicha área y obliga a las especies a trasladarse a otras áreas para sobrevivir. Según el NOAA el promedio de la zona muerta en los últimos cinco años es de 5,380 millas cuadradas, que es 2.8 veces más grande que el objetivo para 2035 establecido por el Grupo de Trabajo sobre dicho fenómeno marino. Desde que comenzaron los registros en 1985, la zona hipóxica más grande medida fue de 8,776 millas cuadradas en 2017. Y advierte que la "zona muerta" del Golfo de México es más grande que el promedio, con alrededor de 4 millones de acres de agua potencialmente inhabitable para peces y otras especies marinas. Científicos de la Universidad Estatal de Luisiana y el Consorcio Marino de Universidades de Luisiana dirigieron la medición anual de la zona muerta del 25 de julio al 1 de agosto. "La distribución de oxígeno disuelto bajo fue inusual este verano", dijo Nancy Rabalais, profesora de la Universidad Estatal de Luisiana y enlace externo de LUMCON, quien es la investigadora principal. “El área desde el río Mississippi hasta el río Atchafalaya, que generalmente es más grande que el área al oeste de Atchafalaya, era más pequeña. El área al oeste del río Atchafalaya era mucho más grande. Las condiciones de bajo oxígeno estaban muy cerca de la costa y muchas observaciones mostraban una falta casi total de oxígeno ", señala. “Este año, hemos visto una y otra vez el profundo efecto que el cambio climático tiene en nuestras comunidades, desde la sequía histórica en el oeste hasta las inundaciones. El clima está directamente relacionado con el agua, incluido el flujo de contaminación por nutrientes en el Golfo de México ”, dijo Radhika Fox, administradora asistente de la agencia estadounidense del medio ambiente EPA para el agua. "Mientras trabajamos para abordar la zona hipóxica (sin oxígeno) del Golfo de México, debemos considerar el cambio climático y debemos fortalecer nuestra colaboración y asociaciones para lograr el progreso necesario".
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