Redacción.- La situación de la pesquería local empeora, pues a 42 días de concluir la temporada de captura de mero en el Estado, se registra una notable caída de cerca del 40 por ciento, reconoció el presidente de la Federación de Sociedades Cooperativas Pesqueras de Centro y Poniente de Yucatán, José Luis Carrillo Galaz.
Afortunadamente, el precio es de hasta de 250 pesos el kilo, cifra superior a la registrada en 2020, lo que compensa la situación que se vive en el litoral yucateco.
La drástica caída en la captura de la especie representa un fuerte golpe para la economía de empresarios y familias que dependen de esta actividad.
Hasta el momento, hay cerca de tres mil 600 toneladas capturadas cuando la meta era de seis mil, acotó.
Enunció que entre los factores que perjudican a la pesquería del mero es el furtivismo o captura ilegal de la especie, el cual se agudiza una vez que la gran parte de los pescadores se aboquen a obtener este producto.
Afortunadamente, en esta temporada es favorable el precio al que se cotiza la especie, pues se paga hasta 250 pesos por kilogramo de mero negrillo y 220 pesos por kilo de mero rojo, aseveró.
Es un aliciente -continuó- para los pescadores ya que el año pasado se pagaba 140 y 130 pesos, respectivamente.
Carrillo Galaz enfatizó la urgente necesidad de rescatar la pesquería, pues “prevalece una crisis de falta de producto, de la que parece no tener salida”.
Remarcó que es necesario contar con un programa estratégico de recuperación, en la cual estén inmersos todos los actores: pescadores, empresarios e instituciones de gobierno.
“Nosotros tenemos que proponer, sobre todo en el tema del presupuesto, para invertir en inspección y vigilancia y para invertir en investigación que son los resultados de un programa de recuperación”, subrayó
La captura de mero finalizará el próximo 31 de enero, para entrar en veda durante febrero y marzo, para que el producto se recupere y reanude la pesca en abril.
De acuerdo con la Secretaría de Pesca del Estado, en las últimas dos décadas, la captura de mero en la costa yucateca registra un descenso continuo, sin que hasta el momento se conozca el motivo de éste fenómeno.
La disminución de la biomasa es un problema multifactorial, tal el caso del cambio climático y la sobre-explotación pesquera, lo cual ha provocado que en 20 años no se tenga un repunte en la captura de ésta especie marina comestible.
La principal anomalía se registra con la captura del mero, específicamente, el rojo, para el cual se estableció un período de veda así como se determinó la talla y peso mínimo, acciones que son insuficientes, ya que la captura se mantiene es un descenso continuo.
En el caso del cambio climático, todo parece indicar que la biomasa se mueva a otras zonas marinas, buscando temperatura que antes habían en el litoral yucateco.