Redacción.- En esta ocasión habrá un caluroso fin e inicio de año. El calor prevalecerá en las primeras horas del próximo 1 de enero, debido a un sistema de alta presión, pero la situación cambiará en transcurso del día, a consecuencia del impacto de un frente frío, reveló el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
La circulación anticiclónica en niveles medios predominará a partir de mañana, en el Golfo de México, específicamente, en el Canal de Yucatán, y prevalecerá hasta el próximo sábado 1, aunque su centro estará cerca de Florida.
En el transcurso del viernes 31 y el sábado 1, el sistema anticiclónico mantendrá tiempo estable con ambiente vespertino cálido a caluroso, cielo despejado y escaso potencial de lluvia sobre la mayor parte de la República Mexicana.
Sin embargo, continuará el ambiente frío a muy frío durante la madrugada del viernes con heladas al amanecer en zonas altas del noroeste, norte, occidente, centro, oriente y sureste de la República Mexicana, el cual no afectará a la Península de Yucatán.
Durante el viernes 31, en Quintana Roo se prevé temperaturas máximas de entre 30 a 35 grados centígrados, mientras que en Campeche y Yucatán, el calor oscilaría entre 35 y 40 grados Celsius.
Asimismo, en Quintana Roo se prevé intervalos de chubascos, de cinco a 22 mm, mientras que en Campeche y Yucatán, lluvias aisladas de entre 0.1 y cinco mm.
Para el sábado 1, la región sentirá los efectos de una surada, viento de componente sur, con rachas de 50 a 60 km/h.
De igual forma, en Quintana Roo se prevé temperaturas máximas de entre 30 a 35ºC, mientras que en Campeche y Yucatán, el calor oscilaría entre 35 y 40ºC.
A partir del sábado 1 y durante el domingo 2, un nuevo frente frío y la masa de aire polar que la dará impulso, generarán incremento en el potencial de lluvias sobre el oriente y sureste del territorio nacional, incluida la Península de Yucatán.
También habrá rachas fuertes de viento y marcado descenso de temperatura sobre entidades de la Mesa del Norte y la Mesa Central, así como evento de “norte” intenso en el litoral del Golfo de México, Istmo y Golfo de Tehuantepec, además de la Península de Yucatán.