Redacción / Foto: Vatican.va .- El Papa Francisco, de 85 años de edad, ha tenido este año más problemas de salud. Sufre de fuertes dolores a la rodilla, que le han impedido participar en varios eventos religiosos, y tiene dificultades para caminar, lo que ha marcado todas las ceremonias.
El Domingo de Ramos, ante multitudes de fieles, Francisco estuvo casi siempre sentado, no pudo andar en procesión, llegó en un coche negro al altar y estuvo acompañado por un ayudante.
Las largas ceremonias de la Semana Santa representaron un problema debido a la inflamación que padece desde enero en la rodilla, por lo que se levanta en contadas ocasiones, usa con más frecuencia el papamóvil y necesita apoyarse en un asistente.
El domingo, durante la bendición Urbi et Orbi desde la Plaza San Pedro, ante una multitud, no pudo leer todo su discurso de pie y debió sentarse en medio del mensaje pascual. Francisco, que en marzo cumplió nueve años de pontificado, tiene problemas también crónicos de ciática, que le suelen causar dolores fuertes, y se sometió a una delicada operación de colon en julio pasado