Redacción / Didier Madera.- Con motivo al solsticio de verano, el próximo martes 21 se registrarán fenómenos arqueoastronómicos en diversas ciudades mayas, entre los que destaca la bisección de El Castillo de Chichén Itzá, reveló el astrónomo yucateco Eddie Ariel Salazar Gamboa.
Asimismo, informó que será el día más largo del año, con una duración de poco más de 13 horas y el Sol tendrá su máxima declinación al Norte.
En esta ocasión, la máxima inclinación de la Tierra se registrará a las 4:15 horas de Yucatán, por lo que tanto el lunes 20 como el martes 21, el Sol tendrá una máxima declinación de 23 grados 26 minutos, concepto astronómico que los mayas utilizaron para marcar sus respectivos calendarios.
El académico del Instituto Tecnológico de Mérida (ITM) mencionó que el martes 21, el Sol sale a las 6:28 horas y se ocultará a las 19:41 horas, por lo que estará en la bóveda celeste durante 13 horas con 13 minutos.
Sin embargo, al sumar los 24 minutos que dura el crepúsculo matutino, y cifra similar para el vespertino, por lo que el día tendría una duración de 14 horas y un minuto, por ende, la obscuridad será de nueve horas con 59 minutos.
En cuanto a los fenómenos arqueoastronómicos, el profesor emérito de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) explicó que se darán en edificios de diversas ciudades precolombinas, pero el más destacado es la bisección de El Castillo de Chichén Itzá, el cual ocurrirá entre las 6:30 y las 7:00 horas.
Al amanecer, el Sol iluminará los costados Norte y Oriente del edificio prehispánico mientras que estarán en obscuridad las partes Sur y Poniente, subrayó.
Es decir, el 50 por ciento de la pirámide quedó totalmente iluminada, y el resto, en sombras, acotó el coordinador del Grupo de Astronomía “Hipatia de Alejandría” del ITM.
Abundó que conforme pasa el día, el costado Norte del edificio precolombino es el único que se mantiene iluminado.
“Más que inteligentes, los mayas eran observadores de la realidad y vivían la armonía del universo”, añadió.
Recordó que el 22 de junio de 2007, la que fuera directora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) -Yucatán, Federica Sodi Miranda, anunció como “nuevo descubrimiento arqueoastronómico” el efecto que se observa en Chichén Itzá, durante el solsticio de verano y de invierno.
“Este acontecimiento lo descubrí en 1996, y fue 11 años después cuando el INAH confirmó este fenómeno arqueoastronómico, bajo el compromiso de promoverlo, ya que El Castillo marca el inicio de las cuatro estaciones del año”, dijo el premio “Jaguar del Turismo 2020” de la Asociación Mexicana de la Industria Turística (AMIT) Yucatán.
Expresó que el fenómeno arqueoastronómico del solsticio de verano, el cual determinaba los mejores días para las actividades agrícolas, por lo que destacó la importancia del evento para los mayas precolombinos.
“Permitía un mayor aprovechamiento de la luz solar para sus actividades agrícolas además de la temporada de lluvias”, explicó.
El premio al Maestro Distinguido del Estado de Yucatán 2021 añadió que éste fenómeno natural marca la máxima declinación (acercamiento) del Sol hacia el Norte, que es de 23º30’ de arco, es decir, “la Tierra estuvo totalmente inclinada y si la pudiéramos ver desde el espacio, tendría ese ángulo de inclinación”.
Finalmente, Salazar Gamboa comentó que en este año, la primavera tuvo una duración de 92.77 días, el verano tardará 93.65 días, el otoño perdurará 89.84 días, y el invierno, 88.99 días.
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