Redacción.- Antes de iniciar la marcha, Mauricio Barragán, abogado de la familia de Leonel, se acercó a los manifestantes para agradecer el apoyo, y les indicó que la juez Suemy está actuando conforme a derecho en el caso del atropellamiento y muerte del niño Leonel y afirmó que el proceso aún no termina.
El abogado realizó dichas declaraciones durante la manifestación del día de hoy en Mérida en la que vecinos de Mérida, algunos familiares y otras personas -incluidos infiltrados violentos con su agenda particular- marcharon desde San José Tecoh hasta la Plaza Grande.
Los manifestantes marcharon al grito de “¡justicia!, ¡justicia!, ¡justicia!” y de “Leonel, Leonel, Leonel” hasta llegar a Palacio de Gobierno, donde un grupo de personas encabezadas por el ex candidato Nieves Cervantes intentaron ingresar a Palacio de Gobierno pero se los impidieron. También un grupo de personas realizó pintas, golpeó y derribó parte de la puerta de ingreso a Palacio de Gobierno ubicada en la calle 60. Decenas de motociclistas del sur de la ciudad aceleraron sus motores en la calle 61.
La pacífica protesta para pedir justicia a favor de Leonel, de tres años de edad, muerto prensado por un auto en la puerta de su domicilio por una imprudente mujer, dio un giro de 180 grados, ante los diversos hechos violentos registrados afuera de Palacio de Gobierno (en las calles 61 y 60), donde algunos manifestantes (entre los que se mezclaron personas con otros intereses) lanzaron huevos y agua a la Guardia del inmueble. También se registró un conato de bronca y se exigió la salida de la manifestación al abogado Andrés Nieves (cuyo hijo fue detenido hace unos días por la policía estatal por presentar un documento alterado para tramitar una licencia y después liberado). Nieves se plantó frente a los policías y exigía entrar al edificio de Palacio de Gobierno. Sin embargo, al no haber familiares del niño atropellado, tampoco se permitió el ingreso a ninguna otra persona de las presentes en la manifestación. También, se grafiteó el edificio y con jaloneos desprendieron de su base la puerta de acceso alterno ubicada en la calle 60. Hay que señalar que reiteradamente las personas convocantes de la marcha exigieron que cesaran los actos vandálicos y los conatos de violencia en el ingreso de Palacio de Gobierno y alrededores. Y gritaron “¡fuera, fuera, fuera!”
Por su parte, el abogado Barragán enfatizó que sin el apoyo de los manifestantes que han tenido los familiares del pequeño Leonel no se lograrían muchas cosas.
Pero insistió en que es necesario explicar la parte del proceso, ya que parece ser que todos piensan que la conductora responsable del atropellamiento ya está libre, y no es así, según dijo.
Afirmó que la jueza Suemi, que ha sido muy amable con la familia, no sólo mandó a la familia a apoyo psicológico, sino que puso ciertos candados a la conductora que el pasado domingo intentó darse a la fuga tras matar a Leonel: el pago de 250 mil pesos (que no es la reparación del daño).
Además, el juicio continúa. Se dieron tres meses para continuar con el proceso de investigación, añadió el abogado.
Asimismo la conductora responsable debe portar un brazalete electrónico y va a estar vigilada y tiene la prohibición de salir del Estado, añadió. En resumen, no es que el proceso haya terminado, aunque en éste caso se le eximió de la llamada prisión preventiva, porque la ley así lo prevé. Y la juez actuó conforme a derecho, concluyó.
LA MANIFESTACIÓN
Poco después de las 19 horas, un grupo de más de 50 personas se reunieron en el Mercado de San Roque, y marcharon hasta Palacio de Gobierno: en el trayecto se sumaron más personas, aunado a otro grupo que estaba en la Plaza Grande, superando los más de 200, al final al grito de “¡justicia, justicia, justicia!”. Las personas que encabezaban la manifestación llevaban globos y vestían de blanco, pero no estaban los padres del niño Leonel.
A las 20:43 horas, al punto de reunión arribó un grupo de más de 20 motociclistas que no cesaron de acelerar sus motos y hacer ruido con sus llantas, y minutos después, los manifestantes, quienes de inmediato se apostaron frente a la puerta principal del inmueble.
La policía estatal desplego algunos elementos más con escudos y cascos, pero se retiraron y no reprimieron a los manifestantes.