Redacción.- Una tarjeta informativa secreta revela que el Ejército intervino las comunicaciones privadas de Raymundo Ramos con varios periodistas. Las conversaciones eran acerca de las ejecuciones extrajudiciales cometidas por el Ejército en Nuevo Laredo el 3 de julio de 2020, dice la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D) en una publicación distribuida en Twitter.
Las conversaciones de Raymundo Ramos con periodistas ocurrieron entre el 16 y el 26 de agosto de 2020. Las fechas coinciden con el periodo en que Ramos fue espiado con Pegasus, según el análisis de Citizenlab, añade R3D.
En la tarjeta informativa, el Ejército pretende vincular a Raymundo Ramos con el CDN, sin presentar prueba alguna. El Ejército no tiene facultades legales para intervenir comunicaciones de civiles, ni existe registro de autorización judicial, reconoce la SEDENA, afirma R3D.
¿Por qué el Ejército intervino a Raymundo Ramos? Para interferir en el caso de los abusos en Nuevo Laredo. Se aconseja al General Secretario que presente la información de forma confidencial a la Policía Ministerial Militar, sin añadirla a la carpeta de investigación cuestiona R3D.
Detrás del espionaje a Raymundo Ramos se encuentra una estructura militar secreta: el Centro Militar de Inteligencia. Por primera vez, gracias a documentos filtrados por el colectivo Guacamaya, podemos saber más sobre esta rama del Ejército, dice R3D.
El objetivo, dice R3D, del Centro Militar de Inteligencia es aportar “productos de inteligencia que se generen de la información obtenida por medios cerrados”. Es decir, a través de intervenciones de comunicaciones privadas, sin que el Ejército tenga facultades legales.
Otro documento interno revela que el Centro Militar de Inteligencia ve como una de sus principales amenazas “que se evidencien ante la opinión pública las actividades que se realizan en este Centro”. El Ejército sabe que su actividad es ilegal.
Explica R3D que el Centro Militar de Inteligencia es el usuario final de Pegasus. Documentos revelados por la investigación Ejército demuestran que el CMI es el operador del “Sistema de Monitoreo Remoto de Información” que adquirió la SEDENA a Comercializadora Antsua por 140 millones de pesos.