Eduardo Lliteras Sentíes.- Dos tormentas se abaten sobre la Conferencia Bancaria que se celebra en Mérida: la crisis bancaria internacional, con quiebras y salvamento de emergencia de bancos estadounidenses y europeos, crisis cuyas dimensiones aún se desconocen, ya que está en proceso, en desarrollo. La segunda es la cancelación de las cuentas del gobierno federal con los bancos privados, como se anunció apenas hace unos días.
En efecto. “Banca parasitaria que suda el dinero y lo jinetea”. Así llamó, la señora Elvira Concheiro, Tesorera de la Federación, a los banqueros que a partir de hoy se reúnen en Mérida, Yucatán. La experta en Marx, con doctorado en Sociología por la UNAM con una tesis de doctorado intitulada “La concepción y la práctica de Marx y Engels” y tesis de maestría llamada “Las fracciones de la gran burguesía”, anunció, “la cancelación de algunas cuentas del gobierno federal con los bancos privados a partir del 31 de marzo”. La funcionaria explicó que el 100% de la captación de recursos que hace el gobierno federal pasa por 24 bancos: “como dice el presidente, sudan el dinero cuando menos 2 días”, pero además cobran comisiones al gobierno .
El baldazo de agua helada cayó sobre el sector bancario que sesiona en Yucatán, tras decidir dejar al puerto de Acapulco por su incontrolable inseguridad para trasladarse a Mérida.
La señora Concheiro explicó a medios de la Ciudad de México que, según ella, “se trata de un ordenamiento y de ninguna manera es una ruptura con la banca comercial por parte del gobierno”.
Otro de los objetivos, dijo la funcionaria del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, es encontrar dinero, puesto que afirmó que “sí tienen algunos recursos” pero los bancos no han querido dar a conocer los saldos.
El Gobierno de México, a cargo del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ha pedido a las dependencias que cierren las cuentas en bancos privados abiertas en anteriores administraciones para que la Tesorería de la Federación tenga conocimiento de su existencia, pues hay un desorden, explicó la tesorera,
De acuerdo con una publicación en el DOF (Diario Oficial de la Federación), las dependencias federales deberán cancelar todas las cuentas bancarias que tengan autorizadas por la Tesorería de la Federación en la banca privada.
Asimismo, dijo que se trata de cuentas en las que no se daban los saldos, de otras que están a nombre de funcionarios que ya no están en la administración pública y casos similares.
La funcionaria puntualizó que ello contempla que abran las cuentas en la banca privada que necesiten o sustituirlas, pero bajo la idea de que la Tesorería de la Federación tenga el registro de todas, pues actualmente son muchas de las que no tienen control, ello luego del acuerdo publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 15 de febrero.
María Elvira Concheiro Bórquez, tesorera de la Federación, explicó que el reordenamiento administrativo en la banca comercial no es un divorcio por parte del gobierno mexicano: “el desorden administrativo podría hacer que se pierda dinero”, aseguró.
Respecto a la crisis bancaria internacional hay que destacar que el banco central suizo salió al quite para anunciar que está listo para brindar apoyo financiero al Credit Suisse, el megabanco asediado por la insolvencia, el que aceptó la oferta, con la esperanza de asegurar a los inversores que tenía el efectivo necesario para mantenerse a flote. El Credit Suisse dijo que tomaría prestados unos 53.700 millones de dólares del Banco Nacional Suizo, luego de que los inversionistas hicieron que las acciones del segundo mayor prestamista del país se desplomaran hasta en un 30% el miércoles.
La crisis del histórico Credit Suisse (fundado en 1856) llegó tras la quiebra de dos bancos en Estados Unidos: el Silicon Valley Bank y el Signature Bank los que se vieron obligados a cerrar sus puertas después de que miles de depositantes retiraran sus fondos en cuestión de horas.
Hoy, apenas se anunció el rescate de un tercer banco estadounidense: el First Republic Bank, el que enfrenta una crisis de confianza de los inversores y clientes con retirada masiva de fondos por lo que se anunció que recibirá un salvavidas de 30.000 millones de dólares reunido por los bancos más grandes de Estados Unidos.
Hasta ahora, no se sabe las repercusiones en México de dicha crisis internacional, a pesar de que el presidente Andrés Manuel López Obrador presumió que mientras en Estados Unidos “pueden quebrar los bancos y aquí no pasa nada, o incluso pasan cosas buenas”. Así lo dijo durante su conferencia mañanera de este jueves.
La realidad es que los bancos que operan en México son extranjeros en su mayoría y expuestos a la crisis desatada en Estados Unidos y Europa en éstos días, la que efectivamente ha golpeado a las bolsas con dureza.
La moneda está en el aire.