Redacción.- En días recientes María Luisa Albores González, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), dio a conocer que con base en su censo más reciente para medir el impacto ambiental de la porcicultura, se determinó que en Yucatán operan más de 500 unidades de producción, una cifra homologada con la que no se contaba. Aclaró en la conferencia presidencial matutina del 27 de marzo, que hasta este registro, diferentes entidades como la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, la Comisión Nacional del Agua y las mismas autoridades locales, presentaban números diferentes, lo que complicaba medir la situación. Sin embargo, posteriormente la Semarnat dio a conocer una investigación en la que afirmaba que en 13 municipios de Yucatán hay niveles inaceptables de contaminación en el agua, vinculados a las granjas porcícolas del estado pero también a las emisiones de aguas negras de las ciudades como Mérida que no tienen drenaje, según reconoció. De estos, cuatro municipios presentaron niveles críticos de contaminación del manto freático, según dijo la Semarnat, mientras que otros 11 fueron catalogados como de atención prioritaria. La Semarnat dijo que en los 13 municipios se había rebasado el límite permitido de concentración de fósforo y nitrógeno en el agua de todo el estado. Al respecto, la empresa Kekén pidió derecho de réplica y dio a conocer un comunicado en el que afirma estar dispuesta a “la transformación, a mejorar lo que se tenga que mejorar”, para lograr una “porcicultura sustentable”.
Albores explicó que como parte de estas acciones, en coordinación con el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) y el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), se están llevando a cabo análisis en materia agua, calidad del aire, flora y fauna, directamente en las unidades de producción. Los resultados obtenidos serán presentados al gobierno estatal, con el que se integraron mesas técnicas para llegar a un diagnóstico ambiental real, el cual María Luisa Albores aclaró, no existía.
De tal manera, la Semarnat dio a conocer que en los municipios de Muna, Conkal, Cacalchén, y Muxupip, considerados como críticos, se deberá reducir la densidad de cerdos por hectárea y no se podrán otorgar más permisos o instalar granjas nuevas. Así también en Mérida y Kanasín, que a pesar de ser municipios de atención prioritaria y no críticos, no se podrán abrir granjas nuevas por su alta densidad poblacional. En Muxupip, Opichén, Hocabá, Acanchen, Tekantó, Xocchel y Tixpehual, se deberán mejorar los sistemas de tratamiento de agua de las granjas de cerdos.
La información oficial reconoce que en Yucatán funcionan 507 granjas porcícolas. 139 de ellas de traspatio o autoconsumomo, 208 con una o dos naves de producción, 89 con tres a siete naves, 48 con ocho u veinte y 23 con más de 20 naves de producción, consideradas megagranjas de cerdos.
Al respecto, la empresa porcícola Kekén, emitió un comunicado. Hasta ahora, es la única empresa que da a conocer su posición oficialmente, luego de las informaciones dadas a conocer por la Semarnat y de la nueva legislación que en materia de tratamiento de aguas residuales de la industria porcícola entrará en vigor a partir del primero de abril.
En efecto, la Norma Oficial Mexicana NOM-001-SEMARNAT-2021 sustituye a la NOM-001-SEMARNAT-1996, la cual no había sido actualizada desde hace 25 años. Según autoridades de SEMARNAT los parámetros establecidos en ella habían probado ser insuficientes para controlar la contaminación en los cuerpos de agua.
A continuación publicamos el comunicado de Kekén al respecto de forma íntegra:
Como yucatecos sabemos que nuestra tierra es una península que surgió del mar. El origen de nuestra historia y el punto de partida de nuestras costumbres, tradiciones y actividades económicas es y será siempre el agua.
De ahí nace y se nutre nuestro compromiso con el medio ambiente, integrando a nuestros socios productores de la comunidad maya y la vocación con la que día a día cumplimos nuestra misión de contribuir al bienestar de las familias con una alimentación deliciosa y saludable y, sobre todo, cuidando los recursos naturales, cuidando el agua.
El agua de los cenotes que nos dan identidad y son verdadero oro líquido para las comunidades y el desarrollo económico, el agua de los hogares yucatecos, con la que te bañas, la que consumen tus hijos.
Y las palabras claro que importan y tienen un peso en esta tierra. Por eso, estamos a favor del diálogo, del intercambio de ideas, del debate bien informado y con bases sólidas. Somos una empresa hospitalaria, como se acostumbra en Yucatán, cuyas puertas siempre estarán abiertas para quien guste visitarnos y conocer la forma y el esmero que ponemos en cada labor.
Sabemos que términos como “porcicultura sustentable” pueden sonar abstractos o muy lejanos, pero lo que queremos transmitir, y queremos que nos permitan demostrar, es que hacemos las cosas bien, tal y como lo establece la ley y las mejores prácticas, para no poner en riesgo el futuro de nuestras comunidades.
En Kekén generamos más de 7,000 fuentes de empleo que permiten a cientos de familias yucatecas salir adelante y aportar su talento para ser una empresa líder a nivel nacional. Y el buen liderazgo se predica con el ejemplo. Estamos dispuestos a la transformación, a mejorar lo que se tenga que mejorar, entendemos que el éxito de nuestra empresa depende de una convivencia armónica con nuestros colaboradores, proveedores, clientes y vecinos de las comunidades.
El agua es nuestra esencia, por eso redoblaremos nuestras acciones para seguir cuidándola día con día, con un estricto apego a las disposiciones legales.