Foto: Vía Pietro Orlandi.- Han sido raras las declaraciones de los Papas tras la desaparición de la ciudadana del Vaticano, la adolescente Emanuela Orlandi hace 40 años. Pocas y muy puntuales, no exentas de misterio y de especulaciones. Ayer, durante el tradicional Angelus desde la ventana de los Palacios Apostólicos del Vaticano, el Papa Francisco manifestó “su cercanía con la familia” de Emanuela Orlandi, la joven ciudadana vaticana de la que no se tienen noticias desde el 22 de junio de 1983. Ese mismo, en el Vaticano, en vía de la Conciliación, tuvo lugar una manifestación encabezada por su hermano, Pietro Orlandi, para exigir se aclare de una vez por todas dónde está Emanuela, sus restos y quiénes fueron los responsables de su desaparición y posible muerte.
“En estos días se cumple el 40 aniversario de la desaparición de Emanuela Orlandi. Quiero aprovechar esta ocasión para expresar, una vez más, mi cercanía a los familiares, especialmente a la madre, y asegurarles mis oraciones. Hago extensivo mi recuerdo a todas las familias que soportan el dolor de un ser querido que ha desaparecido”.
Las declaraciones del Pontífice fueron bienvenidas por familiares de Emanuela, los que durante 40 años han pasado por un inacabable calvario en el que la complicidad del Vaticano y el silencio de los Papas han sido parte.
Como hemos dado a conocer en Infolliteras en notas publicadas anteriormente, en junio de 1983, Emanuela Orlandi, una joven que vivía dentro de los muros vaticanos, desapareció después de salir de casa y mientras se encontraba en Roma, en las inmediaciones de Plaza Navonna.
A pesar de los intentos de su familia de buscar ayuda en los medios de comunicación italianos, el silencio en gran medida ha reinado. La familia exige verdad y justicia en una trama en la que están involucrados grupos mafiosos, poderosos hombres de la curia vaticana y según algunas versiones un grupo de purpurados pederastas.
EL Vaticano, en éstos 40 años, ha sido cómplice y ha utilizado las versiones sembradas para despistar como la teoría de que la desaparición de Emanuela y otra joven romana, tenían que ver con el intento de asesinato del Papa Juan Pablo II. Por lo pronto, debido a las presiones de la familia Orlandi, de la ciudadanía y en particular de su hermano Pietro Orlandi, el Vaticano se ha visto en la necesidad de afirmar que ha remitido las actas de la investigación sobre el caso de la desaparición de Emanuela Orlandi a la Fiscalía de Roma tras confirmar que hay pistas dignas de una ulterior investigación.
Presionada por la opinión pública. en enero de 2023, el Vaticano anunció la reapertura del caso de Orlandi, que se había cerrado en abril de 2020 sin resultados, según argumentó la Santa Sede.
La decisión de la Santa Sede respondía a los reiterados pedidos del hermano de Emanuela, Pietro Orlandi, que durante estas cuatro décadas ha liderado una campaña para resolver el caso, como hemos señalado.
Pietro se vio involucrado en una fuerte polémica tras señalar que existe la pista de la pederastia eclesial que incluiría al mismo Papa Juan Pablo II.
En efecto. Emanuela es protagonista de la docuserie “The Vatican girl”, que Netflix produjo sobre el caso de la ciudadana del Vaticano. Y que escandalizó a muchos por crear sospechas de una presunta pista pedófila que involucraría nada menos que a Juan Pablo II (1978-2005), durante cuyo pontificado desapareció, precisamente, Emanuela.
En un programa televisivo italiano, Orlandi insinuó que Karol Wojtyla, que fue proclamado santo en abril de 2014, podría estar detrás del terrible misterio. “Me dicen que Wojtyla cada tanto de noche salía (de noche) con dos monseñores polacos y no iba claramente a bendecir casas”, dijo Orlandi el martes 4 de abril en el programa “Di martedí”, programa periodístico televisivo. “Pienso que una de las las posibilidades es que Emanuela pueda haber quizás padecido un abuso, pero que ese abuso haya sido organizado para crear el objeto del chantaje”, explicó su hermano.
En dicho programa también se escuchó el audio de un llamado telefónico en el cual un exmiembro de la banda mafiosa del barrio romano de la Magliana implicaba al Papa polaco en lo que habrían sido fiestas sexuales con menores.
Cabe recordar que Emanuela vivía con su familia en el Vaticano. Orlandi era una ciudadana vaticana (su padre era un empleado de la Santa Sede y vivía dentro de los muros vaticanos), que desapareció el 22 de junio de 1983 con 15 años cuando salió de casa para acudir a sus clases de música en Roma).