Tras circular una foto de un encuentro entre el senador priista Jorge Carlos Ramírez Marín y la candidata morenista a la presidencia, Claudia Sheinbaum, se reforzaron los rumores de un cambio de camiseta del veterano político tricolor cuyo paso por la Sedatu (Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano) durante el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto estuvo marcado por las denuncias de corrupción.
En efecto. Desde hace tiempo el senador Ramírez Marín coquetea con sectores del gobierno obradorista (en particular con la secretaria de energía, Rocío Nahle, con quien se dice ha hecho buenas migas) y se ha dedicado a filtrar la versión entre medios afines de que podría ser el candidato de Morena a la gobernatura o por la ciudad de Mérida. Sin embargo, liderazgos del partido de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) ya comenzaron a posicionarse en contra al supuesto cambio de partido del aún senador del PRI Jorge Carlos Ramírez Marín.
Por ejemplo, el diputado Rafael Echazarreta Torres afirmó que Ramírez Marín “no es bienvenido” en Morena, ya que es alguien que no le aporta nada al proyecto de la Cuarta Transformación.
“No es alguien que nos pueda sumar, lo que es necesario; respetamos su trayectoria en su partido, me parece que ahí puede dar una batalla interesante, pero no es alguien que nos sume, no es bienvenido de mi parte”, dijo Echazarreta Torres.
Al cuestionársele sobre las denuncias de morenistas que afirman estar en contra de la llegada de políticos de otros partidos, como Joaquín Díaz Mena, Verónica Camino Farjat, Raúl Paz Alonzo, Alejandrina León Torres, Edgardo Medina Rodríguez o Carlos Pavón Flores, el diputado Echazarreta agregó que el senador por el PRI debe continuar su militancia en su partido, la cual ejerce desde hace mucho tiempo.
En este contexto insistimos, como señalamos al inicio de la presente nota, que el senador Ramírez Marín, quien ha militado en el PRI desde hace casi 30 años, apareció el pasado miércoles en una fotografía junto a Claudia Sheinbaum, y legisladores de Morena, PT, PES y Partido Verde Ecologista. Esa imagen y declaraciones ambiguas del legislador han dado pie a especulaciones sobre su futuro político.
Fundadores de Morena Yucatán han afirmado que no desean que “lo peor del PRI” siga llegando al partido, aunque ya es muy tarde, debido a que el partido de la llamada cuarta transformación ha sido colonizado por multitud de priistas y ex funcionarios de la pasada administración del priista Rolando Zapata Bello, como es el caso, sin ir más lejos, de la senadora Verónica Camino Farjay, quien llegó a Morena apenas hace dos años tras ganar a través de una plurinominal el escaño del senado por el partido Verde. Camino Farjat se desempeñó en diversos cargos con el ex gobernador priista con el que ha mantenido cercanía siempre y en particular estuvo vinculada a la Secretaría de Seguridad Pública y al área que controlaba el espionaje en el Estado.
Por lo pronto, morenistas que se dicen auténticos dicen que estarán pendientes de los movimientos que sucedan en los próximos días una vez que el partido defina la paridad de género en las entidades donde habrá elecciones el próximo año.
Esta no sería la primera vez que Ramírez Marín buscaría contender por la gubernatura. Incluso durante el festejo de su cumpleaños 62, en agosto pasado, Ramírez Marín afirmó “voy a ser gobernador de Yucatán un día, no les quepa duda”. Claro, soñar, no cuesta nada.